Fira de Barcelona le está sacando jugo a sus salones, a la espera de poder celebrar más congresos de gran tamaño cuando culmine la expansión en la que está inmersa. La institución ferial cierra el año con cifras récord y un importante crecimiento pese a haber celebrado el mismo número de salones, congresos y actos diversos que el año pasado, 270. Con ellos, Fira de Barcelona ingresó 300 millones de euros, un 16% más, y obtuvo un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 53 millones de euros, un 24% más. “Los que se han celebrado este año han tenido mayor dimensión que el año anterior. Es el caso del ISE, el MWC o el Alimentaria, grandes salones que van creciendo. Es mejor tener pocos eventos pero de mucho volumen e impacto, que al revés”, ha explicado este viernes en rueda de prensa Constantí Serrallonga, director general de Fira.
La institución, un consorcio público participado por la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Barcelona y la Cambra de Comerç de Barcelona, ha celebrado este viernes la reunión del Consejo General, en la que ha aprobado la renovación de Pau Relat como presidente de Fira. Relat afronta su segundo mandato de cuatro años, después de haber culminado el primero (que ha durado seis años a causa del impacto de la pandemia de covid 19). El Consejo también ha renovado a tres consejeros cuyo mandato también expiraba: Manel Vallet, Mar Alarcón y Helena Guardans.
“Es la primera vez en nuestra historia que superamos los 300 millones de ingresos y los 50 millones de ebitda”, ha dicho Relat sobre un ejercicio en el que el beneficio antes de impuestos ha sido de 20 millones, según la previsión de las cuentas anuales que han presentado. Relat ha puesto en valor lo acometido en su primer mandato, que estuvo muy marcado por la pandemia —la actividad de Fira se desplomó entonces, y las instalaciones se usaron para acoger a personas sin hogar o para ser un punto de vacunación masiva—, pero también por empezar la expansión. Ha sido en este primer mandato que se ha integrado en Fira la gestión del Centro de Convenciones Internacionales de Barcelona (CCIB) en la zona del Fòrum de Barcelona.
El CCIB, el recinto de Fira de Montjuïc en Barcelona y el gran recinto de Fira de Gran Via, en l’Hospitalet de Llobregat, son los tres polos en los que la institución desarrolla ahora su actividad. Pero Fira trabaja desde hace meses para ampliar esta capacidad. Por un lado, en enero asumirá la gestión del Circuit Barcelona-Catalunya, pese a la incógnita sobre si la Formula 1 renovará el contrato con este circuito de carreras más allá de 2026. “Nuestra prioridad es asumir la gestión y garantizar un éxito rotundo del premio de F1 y de MotoGP. Estoy convencido de que habrá renovación en la F1, pero en cualquier escenario nuestra prioridad es darle al circuito la máxima actividad”, ha dicho Serrallonga. Fira gestionará el circuito durante 20 años (lo que reportará a la Generalitat nueve millones el año que viene y 10 millones el siguiente, más variables) y el objetivo es encontrar nuevas fuentes de ingresos más allá del motor.
La ‘liga’ de los 300.000 metros cuadrados
Por otro lado, el gran proyecto de expansión pasa por los dos recintos feriales más emblemáticos de Fira. Primero por la remodelación del recinto de Montjuïc, para la que este año que viene ya se escogerán los estudios arquitectónicos con la previsión de que gran parte de la transformación esté lista en 2029, centenario de la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. La remodelación irá a cargo de la empresa semipública Fira 2000, y la inversión prevista es de casi 300 millones de euros. Y en paralelo, la institución está avanzando en la construcción del Hall Zero, el nuevo pabellón de Fira en Gran Via. Con 60.000 metros cuadrados, estará operativo en 2027, y permitirá que este recinto llegue a los 300.000 metros cuadrados. “En la liga de los 300.000 metros cuadrados hay muy pocos recintos en Europa, algunos en Alemania, o en Italia, y luego estará Barcelona”, ha destacado Serrallonga.
Este nuevo pabellón servirá también para celebrar ahí las ferias que no se puedan celebrar en el recinto de Montjuïc durante las obras de remodelación. Las obras de estos dos grandes proyectos se financiarán con un convenio que se cerrará en los próximos meses.
“La actividad de Fira tiene un impacto económico de 5.000 millones de euros, y una gran proyección internacional con un millón de turistas de congresos venidos en 2023, un 15% más que el año pasado. Y las perspectivas de futuro son aún más optimistas”, ha dicho Miquel Sàmper, consejero de Empresa y Trabajo de la Generalitat, vicepresidente del Consejo General de Fira de Barcelona junto a Josep Santacreu, presidente de la Cambra de Comerç. “Nos reafirmamos en los objetivos estratégicos de esta actividad, que genera oportunidades y beneficios a la economía local”, ha dicho el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, que preside el Consejo General de la institución ferial.
La previsión de 2025 es superar las cifras de facturación, aunque la dificultad será hacerlo sin que el año que viene coincida con ninguno de los congresos trienales que tiene Fira. Los grandes salones serán el MWC, el ISE, el Smart City Expo World Congress, el Seafood Expo Global y varios congresos mundiales de medicina.