La educacin y el avance del conocimiento son las mejores recetas posibles para resolver los problemas sociales. EL MUNDO naci en 1989 como un peridico dirigido a las capas ms dinmicas de la sociedad y, por lo tanto, ms conscientes de la importancia de la formacin en la excelencia de las nuevas generaciones y de su orientacin al valor aadido. Dos das despus del primer nmero del diario, apareca ya su primer suplemento: Campus, dedicado a la educacin universitaria, que se convirti inmediatamente en una referencia ineludible en el sector. Muy pronto, en 2000, fuimos pioneros en la puesta en marcha de rnkings como ste, que pretenden contribuir al anlisis del mbito educativo y a favorecer una sana competencia. Nuestro objetivo no ha sido otro que mostrar lo mejor que tienen las instituciones en las que se preparan nuestros nios y jvenes. Nuestra credibilidad y solvencia en la seleccin de los criterios profesionales que nos sirven para elaborarlo son el motivo por el que cada ao es esperado por padres, docentes, alumnos y directores. Unos, para elegir dnde estudiarn sus hijos; otros, para conocer qu centros cumplen con los estndares de calidad ms exigentes, y los colegios, para saborear sus aciertos y corregir sus defectos.
Entre las lecciones principales que pueden extraerse de este momento de profunda transformacin de la actividad econmica, en torno a los vectores de la digitalizacin y la descarbonizacin, est que el conocimiento y la innovacin deben ser la base de un nuevo modelo de crecimiento econmico y social sostenible. Espaa no puede permitirse desperdiciar talento. Las polticas pblicas en educacin deben garantizar que todos, cualquiera que sea su origen o condicin, lleguen tan lejos como deseen. Nuestro progreso futuro, nuestras pensiones o la calidad de nuestros servicios pblicos dependern en buena medida de lo bien que formemos a nuestros hijos hoy y de asegurarnos que todos podemos desarrollar nuestras capacidades al mximo, ya sean tcnicas, creativas o lingsticas. EL MUNDO reclama desde su fundacin un gran Pacto Nacional por la Educacin que anteponga el inters general a los prejuicios ideolgicos de las mayoras polticas coyunturales. En la raz de los problemas ms acuciantes que tenemos, como la falta de igualdad de oportunidades real, la tasa endmica de desempleo juvenil, la baja productividad y la dbil capacidad de innovacin, se encuentra en el fracaso del modelo educativo que ha prevalecido en nuestro pas durante las ltimas dcadas.
El ltimo Informe PISA muestra adems una tendencia preocupante en Espaa y en otros pases de nuestro entorno, cuyos alumnos de 15 aos obtienen cada vez peores resultados. La disparidad entre regiones y el descenso del nivel general revelan la necesidad de un gran acuerdo de Estado basado en el esfuerzo y la evaluacin del profesorado, alejado de una obsesin por las lenguas que est lastrando los resultados en las comunidades regidas por el nacionalismo, pero tambin de corrientes emotivistas que igualan por abajo a los estudiantes. Al menos deberan alcanzarse una serie de pactos concretos bsicos (refuerzo de las asignaturas instrumentales como Lengua y Matemticas, programas de apoyo a los alumnos rezagados…) que renan a los dos grandes partidos nacionales y den estabilidad al sistema.
Hay motivos de esperanza: estamos en un punto de inflexin. Los colegios que forman parte de nuestro rnking lo saben y por eso se superan ao a ao. La clave que buscamos est en la importancia que se le da al conocimiento, al orden y a los hbitos, porque permite evaluar no ya las intenciones de los directores sino la realidad de las aulas. No es fcil de cuantificar pero, al final, lo que verdaderamente da sentido a un colegio es la coherencia entre lo que dice y lo que hace.