Table of Contents
Las causas son muchas: redes sociales, prejuicios, diferencias culturales o confusión gastronómica. Lo cierto es que en este país acostumbramos a asociar comida rápida a productos foráneos como los kebabs, hamburguesas o pizzas. Casi nunca se nos pasa por la cabeza introducir en nuestro imaginario fast food piezas típicamente españolas, y no será porque nos falten candidatas. Es como si, en el terreno de inmediatez, los productos nacionales no tuvieran la carga de molonidad de sus competidores extranjeros. Vaya, que en Tiktok e Instagram no es lo mismo sacar un serranito que poner caras de flipao con la nueva triple cheeseburger de moda.
El panorama no es halagüeño, pero hay que pelear el partido. Y esto es lo que está haciendo Fame con la empanada gallega en Barcelona, una ciudad que parece haber sucumbido a otra empanada: la argentina. Sí, el número de tiendas de empanadas argentinas se ha disparado en las calles barcelonesas, pero en pocas se ofrece un producto de calidad. Si estos artefactos triunfan tanto, ¿por qué no puede hacer lo propio nuestra empanada?
La ideóloga
Estrella Justo, nacida en Orense y residente en Barcelona desde hace 17 años, se hizo la misma pregunta. De dicha inquietud nace Fame (hambre en gallego). Y no le viene de nuevo: desde 2015, Estrella y su equipo conducen con gran éxito Ego Galego, la mejor tienda de productos gallegos de la ciudad. Fue en este negocio situado en el barrio de Gràcia donde Estrella comprobó, por la reacción de sus clientes, que la auténtica empanada gallega gustaba y podía hacerse un hueco en la interminable oferta de comida para llevar de la ciudad.
“Hay gente que tiene la costumbre de comer pizza o kebab una vez por semana, y la empanada no solo es de aquí, sino que es más saludable. Es fast food porque se come rápido, pero también es slow food, porque un producto artesano como el nuestro se elabora despacito y con ingredientes naturales. Además, en Barcelona hay mucha empanada industrial: en Fame reivindicamos la empanada gallega de verdad”, comenta Justo.
Las empanadas
Empanadas gallegas para llevar, ya sea en porciones individuales que tumbarían a un jugador de fútbol americano o en piezas enteras que alimentarían a un equipo entero de la NBA. Eso es lo que hay en Fame, una tienda dedicada en exclusiva a este clasicazo gallego, un formato de negocio especializado y atrevido que, al mismo tiempo, respeta escrupulosamente la tradición y personalidad de la empanada.
Como apunta Estrella, a diferencia de pizzas o hamburguesas, se trata de un producto muy versátil que funciona como aperitivo, comida, cena o tentempié a media mañana. Yo incluso la veo bien como desayuno. Por si fuera poco, si te sobra mandanga, puedes darle todo tu amor al día siguiente, porque estará igual de buena. Además, la empanada gallega tiene otra cualidad que la hace imbatible. “En Galicia la consumimos del tiempo, es decir, no hace falta calentarla para comérsela. La pizza, en cambio, cuando se enfría, pierde toda la gracia”, afirma.
En Fame se defiende con uñas y dientes la empanada gallega, está claro, pero también interesa su historia. Estrella argumenta que su historia la escriben, desde sus orígenes, las abuelas de Galicia. Para que no se nos olvide su contribución, la casa ha bautizado las distintas empanadas con nombres “clásicos” de señoras gallegas: Dosinda, Carmela, Geluca, Benvida.
También ha adoptado como logo corporativo la ilustración de una dulce yaya gallega, con su pañuelito anudado en la cabeza, bata de cuadros y unas gafas de sol vintage . “Hicimos una votación en Instagram para ponerle nombre y salió Maruxa, uno de los más comunes en Galicia. La idea es que vengas a Fame a comprar la empanada que recuerdas de tu abuela, acompañada de tu abuela, así no la tiene que cocinar ella”, cuenta.
De Galicia a Barcelona
En unos tiempos en los que no te puedes fiar de nadie, siempre te quedarán las empanadas de Fame. Se elaboran todas en Galicia de forma artesanal, sin aditivos u otros mejunjes artificiales. Todo es producto fresco, natural, currado a conciencia. La masa fermentada se fabrica y trabaja a mano, sin prisa. “Es una masa tradicional, más de la zona de La Coruña. Es crujiente, pero más jugosita que la masa clásica de pan, que quizás es más seca”, afirma Estrella.
La mayoría de ingredientes de los rellenos se cocinan antes; por ejemplo el pimiento se confita para que no repita más que una cacatúa. El material tiene que ser de Galicia, esto es innegociable: las harinas son de cereales autóctonos. Los quesos y la ternera, gallegos. Estrella presume incluso de sus cebollas gallegas. “No tienen nada que ver con las de otros lugares, adquieren una textura mucho más blandita cuando las cocinas”, afirma.
La última fase, el horneado, tiene lugar en Barcelona, para que la clientela disfrute de las empanadas recién hechas. Cada día, el mostrador de Fame se llena con propuestas para todos los gustos: puedes encontrar la tradicional de bonito con pimientos, faltaría más. Hay combinaciones seductoras como la de pollo y champiñones. Y órdagos contra nutricionistas, como la de berza, panceta y chorizo. Por supuesto, algunas gritan ¡Galicia! muy fuerte, como la empanada de bacalao con pasas o la de zorza con Arzúa-Ulloa (carne de cerdo adobada y queso típicamente enxebres). Hay también una de pisto de verduras, para la comunidad veggie, e incluso un guiño a Catalunya de lo más curioso: ¡empanada galaico-catalana de calçots con romesco! La porción clásica de bonito está a 7,50 euros, y la empanada entera cuesta 29 €.
En la variedad está el gusto
La alineación de empanadas (cuento 11) no es estática: Justo afirma que habrá algunas fijas, pero también irá cambiando las propuestas al ritmo de los productos de temporada. “Ahora que empieza el otoño, queremos lanzar una que lleve castaña y calabaza. Para Navidad, queremos traer sabores nuevos, con algún marisco o pescado típicos de las fiestas”, dice.
Para la propietaria de Fame no hay límites en los adentros de una buena empanada. “Creo que, si tienes una masa de calidad, puedes meter cualquier cosa: se han llegado a hacer empanadas de callos”. La empanada era una receta de aprovechamiento, cada región introducía sus productos típicos en ella. “Si hacías cocido y sobraba, al día siguiente tenías empanada de cocido; cualquier plato, cualquier receta que se te ocurriese, todo valía”, asegura.
Con esta defensa de la libertad del relleno reverberando en mi mente, pruebo distintas opciones y me relamo con todas. La masa está perfectamente equilibrada, tiene un punto meloso, y la costra de los bordes no es agresiva con tu dentadura. El sabor y jugosidad son signos inequívocos de la calidad del producto. Fame hace las cosas bien y no lo digo yo, un mero principiante en esto de las empanadas, lo dice la comunidad gallega que ha visitado el local; a Estrella le brillan los ojos cuando me cuenta que sus paisanos afincados en Barcelona le han dado la bendición.
Puedo certificar el éxito de la propuesta. Visito la tienda un jueves por la tarde y el flujo de clientela es continuo. Obviamente, la gente con ciertos conocimientos gastronómicos sabe de la existencia de la empanada gallega, y entra en la tienda por su propio pie. El desafío más importante para Estrella es otro. “El reto es seducir a ese público joven que está habituado a otras opciones de comida rápida con mejor marketing. Creo que podemos conseguirlo, porque cuando prueban nuestro producto aseguran que está tan rico (o más) que la pizza”, comenta. La conquista gallega tan solo acaba de comenzar.
Sweet Galicia o’ mine
En Fame también se cuida mucho la bebida -refrescos saludables Caravelle y zumos gallegos- y, sobre todo, los postres. Olvídate de cookies, babkas y tiramisús. En sus vitrinas encontrarás dulces y pasteles típicos de Galicia, como la bica amantecada Malena o la tarta de Santiago. En la mesa veo unas rosquillas de anís que gritan mi nombre. Y un biscoito de chocolate, que madre mía. La fiesta continúa con las cañitas de Carballiño, que se rellenan con crema pastelera justo cuando las compras, para que estén perfectas. Y como elemento disruptor Instagram friendly, destacan las dos pecaminosas tartas de queso que Jon Cake, el rey del cheesecake barcelonés, ha elaborado en exclusiva para Fame. Una suave, la otra, ahumada. Con quesos gallegos, evidentemente.
Fame: C/ Sant Lluís, 105. Barcelona. Tel 935 367 118. Mapa.
Sigue a El Comidista en Youtube.