La Guardia Civil apura la investigación por la muerte de Mateo, el niño de 11 años que perdió la vida apuñalado el pasado domingo mientras jugaba con unos amigos en el polideportivo de la localidad toledana de Mocejón (5.000 habitantes). El joven detenido, de 20 años, será puesto a disposición judicial este jueves, según han informado fuentes de la Delegación del Gobierno de Castilla-La Mancha. Entre los últimos hallazgos de los agentes, se está analizando un cuchillo de cocina, de punta afilada y mango marrón, que ha sido encontrado este miércoles por la mañana por un operario de la limpieza del municipio, según han informado fuentes de la Guardia Civil. El arma, hallada cerca de la casa del padre del arrestado, no tenía restos de sangre, pero puede ser compatible con las lesiones que presentaba el niño, añaden las mismas fuentes. Un perro del servicio cinólogico del Instituto Armado “ha marcado positivo en restos biológicos humanos en el cuchillo”, ha informado el cuerpo policial. Durante la mañana se ha encontrado en el municipio otro cuchillo, de punta redondeada, y propiedad de una vecina, que ha sido descartado. La investigación continúa, han añadido desde la Guardia Civil.
El operario de la limpieza de Mocejón ha avisado a los agentes cuando ha descubierto el cuchillo. Estaba tirado en un descampado próximo a la calle de Dalí, donde el padre del detenido por el crimen reside en un chalé adosado. Los agentes han recogido el arma blanca, ante la posibilidad de que sea la empleada en el homicidio ocurrido el domingo. A continuación, el perro del servicio cinológico de la Guardia Civil ha examinado el cuchillo, similar a los que se usan para cortar filetes, y ha hecho la señal que indica un “positivo en restos biológicos humanos”. El cuchillo se ha llevado después al Laboratorio de Criminalística, donde será analizado en busca de restos biológicos tanto del supuesto autor del crimen como de la víctima. Las fuentes consultadas no han podido precisar el tiempo en el que estarán listos los resultados, aunque confían en que se haga todo lo rápido posible. La Guardia Civil ha distribuido imágenes del ejercicio en el que ha participado el perro de la Guardia Civil, un perro de aguas color blanco que se ha tumbado junto al cuchillo después de olisquearlo. También se han facilitado imágenes de la llegada al laboratorio del arma, en las que uno de los agentes frota con una torunda previamente impregnada el mango del cuchillo hallado en la localidad.
El arrestado, que ya ha pasado dos días en la Comandancia de Toledo, reconoció parte de los hechos en su declaración. Dijo que “se sintió como en un videojuego”, según afirma una fuente. Durante su declaración, en la que habló de sí mismo en tercera persona, mostró algunas conductas poco coherentes. A pesar de ello, indicó que había tirado el arma, un cuchillo, en un canal o acequia cercana al recinto donde se produjo el ataque, añaden estas fuentes. La investigación evalúa si el joven tiene una discapacidad intelectual y examina la documentación aportada por su padre, que manifestó que tiene una discapacidad intelectual del 75%. El progenitor define a Juan, el arrestado, como un chico con su propio universo. “Es callado, sin amigos, necesita salir a la calle para estar bien, casi sin hambre ni sueño”, lo define. “Desde hace un tiempo ha dejado de hacerme caso. Se ha vuelto un niño contra su padre”, contó ayer a EL PAÍS.
El funeral y entierro del niño han tenido lugar este miércoles a mediodía en el municipio. La familia ha pedido a los medios que les permitan enterrarlo en la intimidad y no les acompañen al cementerio. “No queremos que se recoja ese momento”, han expresado en un comunicado.
El suceso se produjo a las diez de la mañana del pasado domingo, cuando la víctima jugaba con otros dos menores en la instalación deportiva Ángel Tardío, ubicada en una colina a las afueras del pueblo, junto a una zona de chalés residenciales. En ese momento, un joven con el rostro cubierto accedió a las instalaciones, se dirigió hacia el grupo de menores y atacó al chico. Tras el apuñalamiento, huyó. Desde el primer momento, tanto el portavoz de la familia, Asell Sánchez-Vicente, como los vecinos de esta pequeña localidad indicaban que el autor debía conocer la localidad, ya que accedió a través de un hueco una alambrada del recinto, que estaba cerrado en esos momentos.
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