La polémica de las balas israelíes de IMI System adquiridas por el Ministerio del Interior (y el propio plan anunciado para llegar al 2% del PIB en gasto defensivo reclamado por la OTAN) que han estado a punto de hacer saltar por los aires … el Gobierno de Pedro Sánchez y sus socios de Sumar e Izquierda Unida ha pasado de rozando uno de los proyectos tractores de la industria de defensa para Córdoba y España que se ultima en estos momentos en la planta de Escribano en el parque tecnológico de Rabanales 21.
El veto a todo suministro o venta de material armamentístico o de seguridad que tenga que ver con Israel que ha preconizado el socio de Sánchez, y que ha obligado al presidente del Gobierno a echar por tierra una compra de munición publicada incluso en el BOE, ha tenido en el foco al nuevo Sistema de Lanzacohetes de Alta Movilidad (Silam) que se va a fabricar en Córdoba. Un contrato de 576,4 millones que ha permitido la llegada de una de las empresas más fuertes en el sector en estos momentos.
El Ministerio de Margarita Robles llegó a firmar su fabricación en España por Escribano y Expal (propiedad de Rheinmetall), pero en la cadena de suministros hay un componente tecnológico bajo licencia de la enseña israelí Elbit.
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El montaje del lanzacohetes ha supuesto la inversión de 25 millones de euros en una planta, maquinaria y personal en Rabanales 21 y en puertas, la ampliación de las instalaciones con más suelo y futura plantilla. La suerte es que ese componente no es sustituible por otro que venga de otro país, motivo por el apuntan algunas fuentes que ha servido para el contrato no se haya cancelado. Aún así, ha estado bajo lupa en las intensas conversaciones entre socios de Gobierno estas últimas horas.
Este programa tiene por objeto la entrada en servicio de un sistema integrado de artillería de largo alcance (hasta los 300 kilómetros) y alta precisión. Será un sistema formado por los medios de lanzamiento, las municiones, los medios de observación radar y UAS (siglas inglesas de sistema aéreo no tripulado), así como los elementos necesarios para su integración, mando, control, enlace y reconocimiento.
Solo un año después de que iniciara su actividad en Córdoba, EM&E Group ya emplea en Córdoba a casi 100 personas y tiene previsto incrementar esta cifra hasta alcanzar los 300 profesionales en 2030, para lo que colabora estrechamente con distintos centros de Formación Profesional de la región y con la Universidad.
Hace once días que la propia ministra de Defensa visitó las instalaciones de Escribano en el parque tecnológico cordobés, y allí mismo recorría sin medios su interior y las líneas de fabricación instaladas. «La Base Logística es una prioridad para el Ejército de Tierra y Córdoba «se va a convertir en un lugar muy puntero para la industria de la seguridad y la defensa» en España con «el compromiso firme que mantiene el Gobierno», dijo Robles, quien agregó que con programas como el que lleva a cabo Escribano «y otros que llegarán», sin especificar nada más al respecto.
