Seis títulos de liga, tres de copa (que pueden ser cuatro si gana la final del 25 de mayo contra el Olympique de Lyon), tres supercopas francesas y dos copas de la liga son la aportación de Kylian Mbappé a las vitrinas del PSG, una obra inacabada porque el astro galo se ha mostrado incapaz de dar a sus patrones el tesoro que más desean: la Liga de Campeones. Desde que tomaran su control en 2011, el gran anhelo de los jeques catarís ha sido poder ver al equipo parisino como campeón de Europa, objetivo que esta temporada (última de Mbappé en el club salvo un cambio radical de guion en los planes del internacional) se frustraba nuevamente con una dolorosa eliminación en semifinales ante el Borussia Dormund.
Fichado en 2017 por 180 millones de euros, Mbappé pondrá fin en junio a su relación con el PSG sin poder tocar y levantar la copa que tanto deseaba entregar a Nasser Al-Khelaifi antes de abandonar una entidad que no ha escatimado en gastos en un desesperado intento por conquistar la Champions. Desde su llegada a París traspasado por el Mónaco, el club se ha gastado casi 1.200 millones de euros en refuerzos para arropar a la gran estrella del fútbol galo. Compras a base de talonario para disfrutar de una colección de figuras de talla mundial como Cavani, Ibrahimovic, Di María o Verrati, entre otros muchos. También Neymar y Messi, con los que Mbappé formaba un tridente tan temible por nombres como estéril en títulos en la máxima competición continental.
Siete temporadas de frustraciones y expectativas rotas en la Liga de Campeones con Kylian Mbappé como líder de la multimillonaria plantilla del PSG. La eliminación ante el Real Madrid en los octavos de final en su primer curso como jugador parisino (2017-18) resultaba una premonición. Manchester United, Manchester City y Bayern de Múnich también rompieron el sueño del internacional de guiar a su equipo a la gloria europea. Nunca estuvo tan cerca como en 2020, cuando la decepción llegaba en la final perdida ante los bávaros (1-0). El martes, el Borussia Dortmund, que ganaba en la ida y volvía a vencer en el Parque de los Príncipes, era el que provocaba un nueva y profunda decepción. De Al-Khelaifi, la afición y del propio Mbappé.
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2017-18:
Octavos (Real Madrid) -
2018-19:
Octavos (Man. United) -
2019-20:
Final (Bayern) -
2020-21:
Semifinales (Man. City) -
2021-22:
Octavos (Real Madrid) -
2022-23:
Octavos (Bayern) -
2023-24:
Semifinales (Borussia Dortmund)
Ante los germanos, volvía a quedarse en blanco en unas semifinales, la tercera ocasión que el francés, considerado ya por muchos como el mejor jugador del mundo, conseguía llegar a esa ronda con el PSG. Ni en la ida ni en la vuelta de esas eliminatorias, tampoco en aquella final de 2020 ante el Bayern, el astro daba la talla. Ni un solo gol. El martes ante el Borussia Dortmund, previsiblemente su último encuentro europeo con la camiseta parisina, Mbappé fallaba una vez más y pasaba prácticamente desapercibido. «Yo he intentado ayudar lo máximo posible. Creo que soy el primer señalado cuando digo que teníamos que tener efectividad, yo soy el que debe marcar», reconocía al término del partido ante los germanos.
Muchos títulos domésticos, pero ninguno europeo. El gran lunar en la obra inacabada de la estrella gala en el PSG.