«Yo soy de barrio, pero no de calle. Es diferente. La calle implica meterte en un mundo oscuro de problemas y situaciones en el que yo no he estado», defiende firmemente 3dnan.
El músico y productor catalán nació en Barcelona y se ha criado en El Raval. Toma su nombre artístico del real, Adnan, trasladando la fonética árabe. «Lo pronuncian de muchos modos, pero no pasa nada. A mí me gusta igual», dice riendo.
Antes de cantar probó suerte con el baile. Y no le fue mal. Logró vivir de ello combinando clases y competiciones de freestyle. Sin embargo, decidió pasarse a la música. Ahora es una de las voces emergentes que despuntan en el panorama urbano. Cuenta con éxitos como ‘Un día como hoy‘, que supera los nueve millones de reproducciones, o ‘Amor al azar‘ con más de dos. Canciones que hablan de valores como el amor o la lealtad.
«La música de hoy en día es muy explícita. Escuchas los temas latinos de antes y los de ahora y cuidado. La letra es dura. Yo podría hablar así y llenar estadios de 50.000 personas. Pero no quiero. Prefiero esforzarme y esperar dos años pero llegar con música limpia», dice.
Seguramente explica: «Creo que estamos en un momento social en que esos códigos se encuentran dispersos. Hay gente que incluso duda de que existan, pero están ahí. Las cosas buenas, puras, hay que buscarlas. Yo intento transmitirlas con mi música. Dar algo de esperanza a quien me oye».
Para él, la sociedad actual también se mueve muchas veces por el «ojo por ojo». Si tú me haces mal, yo te la devuelvo. Por eso, entre sus objetivos está que quienes le escuchan tomen otra actitud ante la vida.
«No por mucho que te fallen debes cambiar. Lógicamente te van a traicionar, es ley de vida. Pero no puedes ir con la misma porque, si no, todos seríamos así. Para mí lo más importante es pensar que detrás de ti siempre hay una familia que quiere estar orgullosa. Yo todo lo hago por mi familia. Sin ellos no soy nada«, afirma.
La madurez, claro, ha llegado con el tiempo. Dice que ha sido fundamental la experiencia de vida que le dio viajar por toda España gracias a las competiciones de baile cuando apenas había cumplido la mayoría de edad.
«Cualquier persona se educa con lo que ve. Yo antes pensaba que siendo de barrio no tenías las mismas oportunidades o posibilidades. Pero no es así. Cuando sales ves que puedes ser rico o hacer miles de cosas. Lo que pasa es que no lo ves. Hay que salir. El problema es que no todo el mundo puede hacerlo», comienza explicando.
«Yo todo lo hago por mi familia. Sin ellos no soy nada»
Y continúa a modo de ejemplo: «El primer viaje que hice fue a Galicia. Estábamos sentados en un bar y la gente tenía los móviles en las mesas y las mochilas tiradas en el suelo. Yo estaba súper rayado vigilando todo hasta un momento en que me preguntan que qué me pasa y que si estoy bien. Me dicen ‘aquí no pasa nada, no te lo van a quitar’. Entonces pensé ‘guau, de donde vengo ni aunque lo vigiles'».
Desde entonces, ha pasado por decenas de ciudades y esa sensación se ha ido evaporando. Este sábado, 20 de julio, actúa en Valencia (Roto Club) tras dar shows por varios puntos de España.
«Respeto lo que haga todo el mundo en el escenario. Bailes o no lo importante es que te dejes todo por la gente que va a verte. Está claro que a mi me beneficia que no todos los artistas masculinos bailen, pero lo que me importa es dejar siempre una experiencia única», concluye.
