Sólo un mes después de la aprobación definitiva de los presupuestos de 2024, el gobierno municipal de José Luis Sanz ya trabaja en la redacción de las cuentas de gasto de 2025. El alcalde tiene claro que no pueden repetirse los mismos errores del pasado año, en el que el bloqueo de la oposición hizo que la tramitación se retrasara durante varios meses más de los previsto. Por ello, se ha puesto a trabajar con antelación de la mano de los agentes sociales y económicos, con los que ha mantenido una reunión este mismo miércoles en el Ayuntamiento, en la búsqueda de un consenso generalizado que logre sacar adelante las inversiones. De hecho, ha sido muy claro en su objetivo: «el presupuesto se aprobará sí o sí».
Sanz quiere empezar a negociar desde ya con la oposición para que las cuentas sean refrendadas cuanto antes y por eso ha vuelto a tender la mano a los grupos políticos para iniciar un diálogo que desemboque en acuerdos. La intención es que el proyecto de presupuestos de 2025 esté finalizado en octubre y que sea entonces cuando se dé a conocer a los portavoces de PSOE, Vox y Con Podemos-IU. «Estaremos abiertos a todas las sugerencias que nos quieran hacer llegar, pero sí les adelanto que en esta ocasión la paciencia que tendrá el equipo de gobierno no será infinita», ha aviso esta mañana el alcalde, que no está dispuesto a tropezar en la misma piedra del pasado año. Sea como sea, «Sevilla tendrá presupuesto, con aportaciones de la oposición o sin ellas», reiteró.
El anuncio del alcalde se ha producido al término de una reunión celebrada con los representantes de los principales agentes sociales y económicos de la ciudad, en la que estuvieron presentes el presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla, Miguel Rus, y los secretarios generales de CCOO y UGT, Carlos Ariztu y Juan Bautista Ginés. En ella, les ha expuesto algunas de las claves que marcarán el presupuesto de 2025 y ha logrando también el compromiso de la otra parte para la elaboración de un documento de ideas y consenso que se incorporará como aportaciones a las cuentas.
Sanz ha señalado que todas los presentes en la reunión han coincidido en la necesidad de que las cuentas de 2025 aumenten las partidas destinadas a los barrios de atención preferente, en la importancia de la concertación y el diálogo social y en la necesidad de seguir reclamando las infraestructuras pendientes que tiene la ciudad. Además, han apostado por hacer un frente común paras seguir recabando fondos europeos y para implementar más políticas de viviendas protegidas. Todo ello, ha explicado el alcalde, será posible una vez que se constituya el Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS), en el que están representados los agentes económicos y sociales, y cuya renovación está prevista para «este mismo mes de septiembre».
Apuesta por el diálogo
Al término de la reunión, el secretario general de CCOO en Sevilla, Carlos Ariztu, ha señalado que este diálogo iniciado con el Ayuntamiento es «un gesto de salud democrática», insistiendo en que es necesario buscar el «consenso» de cara a los próximos presupuestos. «No vemos con buenos ojos que pueda producirse una prórroga o un rechazo de los otros grupos», ha advertido. Para ellos, es clave que las cuentas de 2025 incluyan «no pierdan ni un sólo euro de fondos europeos, devuelvan la esperanza a los barrios más pobres y apuesten por viviendas asequibles». También se mostró a favor de la tasa turística, para que «los vecinos de algunos barrios no sientan que se detrae presupuesto de sus distritos para beneficiar a otros».
En la misma línea se ha pronunciado Juan Bautista Ginés, secretario general de UGT en Sevilla, que ha apostado por exigir a la Junta de Andalucía la posibilidad de implantar esta tasa turística, así como otros asuntos como «la capitalidad de Sevilla» o la constitución de una gran área metropolitana para que «esos servicios comunes que utilizan los vecinos de otros municipios no sólo los paguemos los sevillanos». También ha puesto el acento en las políticas sociales en los barrios más pobres y en materia de vivienda, asegurando que «hay que controlar los pisos turísticos».
Finalmente, el presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), Miguel Rus, ha señalado que «la responsabilidad de los políticos no es bloquear un presupuesto» y que «los intereses partidistas no pueden ser los que condicionen su aprobación». Por ello, y de cara a las cuentas de 2025, ha anunciado que «vamos a exigir a los partidos que no vale bloquear» y que «son ellos los que tienen la responsabilidad de dialogar y hacer propuestas concretas». En el caso de los empresarios, consideran que el aumento de la inversión en polígonos industriales es «fundamental» y que el objetivo es «triplicar su presupuesto» de cara al próximo ejercicio.
El grado de ejecución
El alcalde también ha aprovechado este encuentro para presumir de la gestión que está realizando su gobierno en materia presupuestaria. Así, Sanz ha manifestado que en poco menos de un mes ya han sido capaces de ejecutar más de la mitad de las partidas de las cuentas de 2024. En este sentido, ha señalado que «con las licitaciones en marcha a día de hoy, podemos decir que el grado de ejecución está en un 53,5%». Se trata de una cifra muy elevada si se tiene en cuenta el escaso tiempo que ha tenido el ejecutivo local para implementar estas inversiones, después de que las cuentas no fueran refrendadas por el Pleno hasta el pasado 8 de agosto.
Sanz ha señalado que este escenario se ha alcanzado gracias al trabajo previo de todos los servicios municipales, que «han actuado con mucha antelación para preparar con tiempo las licitaciones» y »no esperaron a que el presupuesto se aprobara en agosto para ello». De este modo, el alcalde ha insistido en que se trata de «un buen dato», sobre todo si se tiene en cuenta que ha sido «un año muy raro» por la tardanza en la aprobación de las cuentas. Es más, la previsión del gobierno municipal es que de aquí a finales de año el grado de ejecución esté «muy por encima del 70%». En 2022, por ejemplo, con el anterior ejecutivo socialista, el dato final se quedó en un 76,9%, una cifra muy similar a la que ahora prevé el primer edil.