Las mujeres que se acercan a la década de los 50 tienen un temor: la llegada de la menopausia . Pese a que es una etapa de la vida de la mujer, sin duda es la que menos ganas se tiene de vivir. ¿Qué es la menopausia? En palabras de la Doctora Anna Baeza, Medical Services & Natural Therapies Coordinator en SHA Wellness Clinic , se trata de un momento en el cual los ovarios dejan de producir hormonas: estrógenos, progesterona y testosterona. «El momento de inicio de la menopausia también recibe el nombre de perimenopausia ya que nuestros ovarios no dejan de producir estas hormonas de forma brusca, si no que aparecen desequilibrios hormonales que pueden durar hasta varios años. Normalmente, cuando ha pasado un año desde la última menstruación es cuando hablamos de menopausia establecida», dice.A todas las mujeres les llega la menopausia, pero no todas las mujeres tienen los mismos síntomas. Tal como indica la experta de SHA Wellness Clinic, los síntomas más habituales, aunque no son los únicos, son los sofocos, la irritabilidad o cambios en el estado de ánimo y el insomnio: «Precisamente, la aparición de estos síntomas son los nos indican la llegada de la menopausia, que en ocasiones aparecen incluso antes que las alteraciones que podamos encontrar en una analítica hormonal». Otros síntomas muy comunes suelen ser la baja libido y los sofocos.Pero afortunadamente el impacto de estos síntomas pueden disminuir. Existen múltiples estrategias asociados a la menopausia y el pilar fundamental del tratamiento es el estilo de vida. «Debemos adoptar buenos hábitos, con una adecuada nutrición y el ejercicio físico, haciendo especial hincapié en el trabajo de fuerza para contrarrestar la pérdida de masa ósea y muscular. Acupuntura, meditación u osteopatía entre otros tratamientos, han demostrado ser beneficiosos en esta época de la vida», cuenta Anna Baeza. Por otro lado, es fundamental la valoración individual de cada paciente para ofrecerle el mejor tratamiento farmacológico. La doctora comenta que la terapia hormonal sustitutiva puede aliviar los síntomas agudos y reducir el riesgo cardiovascular , y dado que en la actualidad existen múltiples presentaciones y vías de administración, se puede adaptar a casi todos los casos. Por supuesto, «excluyendo siempre pacientes con cáncer de mama u otros tipos de cáncer ginecológico hormono-dependientes, y pacientes con elevado riesgo trombótico. Aún en estos casos, existen herramientas farmacológicas que podemos adoptar».Una mala épocaPor los síntomas mencionados anteriormente, son muchas las mujeres que temen la llegada, indiscutible, de esta etapa. Cierto es que los síntomas no nos afectan por igual, pero en mayor o menor medida, la menopausia de hace notar.Anna Baeza confirma que para las mujeres con mucha sintomatología, la llegada de la menopausia supone un mala época: «Los síntomas agudos son los más molestos al principio, y pueden durar varios años. Los sofocos, por ejemplo, de media duran en torno a siete años, aunque algunos casos se pueden mantener toda la vida».Pasados los síntomas agudos, debemos tener en cuenta una serie de cambios importantes. La caída de estrógenos produce una reducción del gasto energético, por lo que las mujeres tienden a perder peso. Disminuye además la cantidad y calidad de la masa muscular y ósea, con el consecuente riesgo de fracturas y el empeoramiento de la calidad de vida que ello supone. Y de forma importante, aumenta la tensión arterial y los niveles de colesterol en sangre. «La mujer en menopausia tiene más riesgo cardiovascular», afirma.Cómo afecta al sueñoHemos visto que el insomnio es uno de los síntomas de la menopausia, y los cambios hormonales que sufre la mujer a lo largo de todo su ciclo vital explican en gran medida las diferencias entre el sueño de las mujeres y el de los hombres y la mayor prevalencia entre las primeras de algunos trastornos del sueño como el síndrome de piernas inquietas o el insomnio. «Las mujeres tienen la particularidad de sufrir cambios hormonales a lo largo de su vida. La menstruación, el embarazo y la menopausia son momentos en los que se producen cambios hormonales que afectan notablemente a las hormonas que regulan el sueño », explica la doctora Ainhoa Álvarez, coordinadora del grupo de trabajo de Insomnio de la Sociedad Española de Sueño (SES).Estos factores hormonales explicarían, por tanto, el aumento de los problemas de sueño que experimentan las mujeres durante la menopausia. Según datos de un estudio francés publicado en la revista científica Journal of Sleep Research, se estima que una de cada cuatro mujeres con edades comprendidas entre los 50 y los 64 años expresan quejas de sueño, de las cuales un 15% consideran su trastorno de sueño como severo. «Se ha demostrado que incluso las mujeres con menopausia asintomática tienen un sueño con más micro despertares, más cambios de fases de sueño y menor eficiencia», afirma la experta.Uno de los síntomas vasomotores asociados a la menopausia, los sofocos, se encontrarían en gran medida detrás de este empeoramiento del sueño. «Para conseguir un sueño fisiológico es necesario que baje nuestra temperatura a nivel central y durante el sofoco, lógicamente, eso no es posible», argumenta Ainhoa Álvarez, que añade que durante la menopausia se ha descrito también un insomnio de tipo despertar precoz: es decir, que las mujeres tienen tendencia a despertar mucho antes de lo previsto y presentan imposibilidad para volver a conciliar el sueño; así como un incremento notable de la incidencia de apnea obstructiva del sueño, hasta el punto de igualarse la prevalencia con la que tiene este trastorno entre los hombres.Según la portavoz de la SES, en base a la importante evidencia científica que avala el empeoramiento de la calidad del sueño de las mujeres en esta etapa vital, es importante que la atención primaria, los servicios de ginecología y las unidades de sueño trabajen de forma conjunta para aportar a las mujeres «tanto tratamientos farmacológicos como terapias cognitivo-conductuales para tratar los trastornos de sueño durante este periodo».Respecto a los aspectos conductuales, precisamente, Ainhoa Álvarez destaca la importancia de que las mujeres, siempre, pero muy especialmente durante la etapa de la menopausia, lleven a cabo una buena higiene de sueño. Entre los consejos para la misma, la experta señala tres recomendaciones básicas : dormir en un entorno fresco -para reducir el impacto de los sofocos-, prestar especial atención a la alimentación, sabiendo que los alimentos ricos en triptófano como la leche, los huevos o el plátano, consumidos por la noche, pueden ayudar a conciliar el sueño; y evitar en la medida de lo posible la vida sedentaria. En caso de que a pesar de esto persistan los problemas de sueño, Álvarez recomienda a los médicos de atención primaria derivar a estas mujeres a las unidades de sueño de referencia y al ginecólogo.
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Estos son los síntomas que indican que llega la menopausia>
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