Los corredores de la muerte en Estados Unidos son fábricas de historias escalofriantes. La de Richard Glossip es una de ellas. Nueve veces le han dado fecha para ser ejecutado y en tres ocasiones le han servido «su última comida» antes de poner fin a su vida. Pidió una hamburguesa de Wendy’s, Fish and chips, un batido de fresa y una pizza. En esos 26 años que lleva esperando a ser ejecutado se ha casado dos veces y ha aprendido a no perder nunca
Hazte Premium desde 1€ el primer mes
Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web