Cuando compramos el equivalente de 1 kg de plástico solo guardamos 126 g y el resto, 874, se tiran. De esos 874 g, 128 de media se colectan para el reciclaje. Una parte nunca se reciclará, mientras que otra se pierde.
Finalmente, solo se reutilizan 68 g entre los desechos no colectados para el reciclaje, 406 G terminan en vertederos y 156 se incineran. Quedan 184 g de desechos, el 18% del kilo de plástico que compramos al inicio y no se gestiona muy bien. Acaban en vertederos ilegales unos 79 G.
O se queman a cielo abierto unos 61 30 G se vierten en ecosistemas terrestres y los 14 G que quedan en ríos, lagos u océanos, el equivalente de un cepillo de dientes y esto solo para 1 kg de plástico. Cada año producimos unos 460,000 millones de kilos, así que hagan sus cálculos.
