Ante la caída en picado del uso del catalán en Cataluña, Òmnium apremia a las formaciones parlamentarias a facilitar su aprendizaje para reimpulsarlo. “Hay 2,3 millones de personas que quieren aprenderlo o mejorarlo, pero la oferta no cubre esta demanda”, ha señalado el presidente de la institución, Xavier Antich, tras reunirse en el Parlament con “el catalanismo democrático” que representa el PSC, Junts, ERC, Comuns y la CUP (suman 107 de los 135 diputados). El dirigente ha pedido doblar la oferta formativa y alcanzar las 200.000 plazas, y ha asegurado tras el encuentro que existe un “consenso” de todas estas formaciones para abordar la crisis de la lengua. “El objetivo es universalizar el catalán en un plazo máximo de 10 años”, ha insistido Antich.
Los planteamientos de Antich ilustran el cambio de paradigma de una entidad clave para entender el procés. Tras liderar junto a la Assemblea el movimiento ciudadano independentista durante la última década, Òmnium entiende que Cataluña vive un punto de inflexión político tras la pérdida de la hegemonía independentista en el Parlament. Y señala que el catalán es la herramienta perfecta para articular un tejido social cada vez más diverso, en un regreso a sus ideas fundacionales de la década de los 60, cuando nació para impulsar la lengua y la cultura catalana.
Sin acciones políticas que hayan paliado el descenso del catalán durante la última década, ahora la entidad lidera las reivindicaciones para revertir una situación lingüística preocupante. Según datos del Centre d’Estudis d’Opinió publicados el pasado 14 de noviembre, las interacciones en castellano superan el 50% en todas las franjas de edad y género, mientras que el catalán oscila entre el 37% y el 49%. En las franjas más jóvenes, el 25% de la población de entre 15 y 34 años tiene el catalán como lengua habitual frente al 48,8% del castellano.
“Las instituciones deben garantizar el derecho de todas las personas a conocer el catalán”, ha insistido Antich. Actualmente el Govern ofrece unas 110.000 plazas para aprender catalán, según el presidente, que considera que Cataluña requiere al menos unas 200.000 para cubrir la demanda. Unas 8.000 personas se quedaron en septiembre en listas de espera de alguno los cursos del Consorcio de Normalización Lingüística, un incremento del 40% respecto al mismo periodo del año pasado. La pretensión de Òmnium es que el Consorcio pase de un presupuesto de unos 40 millones de euros a unos 80.
La reunión celebrada este jueves consigue a su vez aglutinar formaciones políticas que han mantenido agrias diferencias en el Parlament en los últimos años. La presencia de la CUP, que se desmarcó en 2022 de un pacto con estas mismas formaciones para blindar el catalán en la escuela por considerarlo demasiado débil, amplía el consenso político, que debe culminar con la aprobación del Pacte Nacional per la Llengua. “Hemos pedido a los grupos que se impliquen en el Pacto y que exista una traducción presupuestaria efectiva y real”, ha señalado Antich.
Otro punto tratado en esta reunión es cómo se puede “garantizar que las instituciones hagan frente a los ataques que sufre el catalán en la escuela”, dado que se debe “proteger el modelo de escuela catalana”. Antich ha recordado que existe la “amenaza inminente” de que el Tribunal Constitucional sentencie sobre esta cuestión, y ha asegurado que en este tema también ha visto consenso entre todos los grupos reunidos, incluido el de los socialistas. “No tenemos ninguna duda de que el PSC forma parte de la tradición histórica del catalanismo democrático. En los temas tratados hoy, se han mostrado de acuerdo, al igual que el resto de partidos, tanto en el diagnóstico como en las soluciones planteadas. La reunión ha sido muy satisfactoria en este sentido”.