Análisis exprés | Un Sánchez pragmático se refugia en la economía para luchar “hasta el último minuto de la legislatura” frente al ruido y los bulos
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha constatado en su última comparecencia del año lo que le lleva pasando en gran parte de este primer año de su tercera legislatura en el poder. El líder del PSOE ha destinado 50 minutos a glosar el grado de cumplimiento de todos los compromisos prometidos en su investidura y los éxitos de España en el ámbito económico y en política exterior, donde ha situado al país entre los primeros puestos mundiales. Luego, cuando han llegado las preguntas de los periodistas, ha podido corroborar que, de las 16 formuladas, la inmensa mayoría se han volcado en indagar sobre asuntos judiciales, presuntos escándalos o casos de corrupción, disputas entre jueces, imputaciones de cargos como el fiscal general del Estado o de su familia y su grado de relación y conexión con el expresidente catalán Carles Puigdemont, líder de Junts fugado de la Justicia en Bruselas.
El jefe del Ejecutivo ha hecho suya la filosofía futbolística del cholismo para asegurar que el PSOE bajo su mando “compite al máximo nivel para ganar desde el minuto 1 al 90”, pero sin especular, solo para ganar. Sánchez ha querido remarcar varias veces que su intención y proyecto es acabar toda la legislatura, hasta 2027, y cree que pese a las recientes votaciones perdidas, por los desmarques puntuales de Junts y PNV en asuntos económicos y fiscales, será posible agotar el mandato y sacar adelante muchas leyes, incluso los Presupuestos, porque está dispuesto a pelear esas votaciones hasta el final. El presidente entiende que merece la pena esa disputa, frente al clima de crispación que achacó a la oposición del PP y Vox, porque el balance entre avances logrados y “retrocesos evitados” le compensa.
El presidente del Gobierno ha revalidado este lunes previo a las vacaciones de Navidad su confianza, aún mayor que antes, en el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, tras conocer el informe de la unidad de la Guardia Civil sobre el contenido de sus dispositivos móviles y su ordenador en su decisión de desmentir mentiras lanzadas por el entorno de la presidenta madrileña, la popular Isabel Díaz Ayuso, para defender las actuaciones de su novio, acusado de fraude fiscal.
Sobre su cita anunciada con Puigdemont, Sánchez ha reiterado que se producirá, pero la ha equiparado con la que tiene prevista con el refrendado líder de ERC, Oriol Junqueras, que sí fue juzgado porque no se fugó y pasó más de cuatro años en la cárcel por su condena por el procés independentista. A Sánchez le parece que gracias a la polémica ley de amnistía que se aprobó hace un año y que entiende políticamente ya totalmente en vigor, aunque algunos jueces no la estén aplicando, se ha mejorado de forma notable y evidente el panorama en Cataluña. Pero ahí añadió que esa norma ha posibilitado que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, con el que no se reúne ni tiene ningún contacto personal o político bilateral desde hace más de 12 meses, haya podido “sacar pecho” ahora por haber coincidido en varias votaciones en el Parlamento con un partido como el que preside Puigdemont, contra el que los populares se manifestaron en las calles en numerosas ocasiones para intentar evitar que se beneficiara de esa medida de gracia.