El Ministerio de Sanidad ha elaborado un documento de recomendaciones para una prescripción sostenible de inhaladores, y en el que se incluye apostar por el uso de inhaladores de baja huella de carbono, pues los inhaladores presurizados son los responsables del 10% del impacto que deja la producción y uso de medicamentos. Este documento llega tras la publicación en THE OBJECTIVE el pasado miércoles de una queja por parte de los pacientes de los pacientes de la EPOC debido al retraso en la elaboración de este documento.
Desde Apepoc, la Asociación de Pacientes con EPOC, preguntaron al Ministerio de Sanidad a través del Portal de Transparencia si han comenzado a redactar el documento prometido. La respuesta del Ministerio de Sanidad estaba llena de evasivas. Una situación que preocupa a los pacientes de esta enfermedad, que afecta en España alrededor de 2,9 millones de personas, de las cuales 300.000 sufren un estadio grave que deriva en el fallecimiento de una persona cada 20 minutos. Es la tercera causa de muerte en el mundo y la cuarta en España.
Ahora, el Ministerio de Sanidad ha concluido la elaboración de esta guía donde prioriza aquellos inhaladores que tienen un menor impacto medioambiental sobre aquellos que tienen un mayor impacto medioambiental, especialmente en el momento del diagnóstico o en el momento del cambio de inhalador. Así lo ha el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, durante una rueda de prensa. Tras ello, ha recalcado que no se recomienda un cambio generalizado de inhaladores con un mayor impacto medioambiental sobre otros que tengan un menor impacto medioambiental, sino que primero se debe «velar por la estabilidad clínica de los pacientes y por la disminución de las reagudizaciones en aquellos pacientes de nuevo diagnóstico, o en aquellos en los cuales haya que plantearse un cambio de inhalador por un mal control terapéutico o por una baja adaptación».
«Las decisiones entre usar un inhalador u otro debe basarse en criterios clínicos y la opinión del paciente. Hay de diferentes tipos, hay de polvo seco y de niebla fina, que son los que tienen un impacto medioambiental mucho menor, y luego están los de cartucho presurizado, que tienen un impacto medioambiental mucho mayor», ha añadido. Además, ha explicado que estos pacientes son más vulnerables a las cuestiones relacionadas con la calidad del aire, la contaminación y sus efectos, que son precisamente quienes usan este tipo de inhaladores.
Los actuales inhaladores de cartucho presurizado (pMDI) son medicamentos que se utilizan para el tratamiento de enfermedades respiratorias, fundamentalmente asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Los propelentes hidrofluorocarbonados (HFC) que contienen estos inhaladores contribuyen al calentamiento global como gases de efecto invernadero. En nuestro país, alrededor del 52% de los inhaladores utilizados son de cartucho presurizado, con una media anual de 15 millones de unidades vendidas, lo que se traduce en la emisión de aproximadamente 400.000 toneladas equivalentes de CO2 anuales, indican desde el Ministerio de Sanidad en la web de la Aemps.