El Departamento de Educación de la Generalitat empieza a enseñar sus cartas en cuanto a la modificación del currículo de bachillerato. Ahora baraja dos propuestas: a la presentada en enero -que planteaba aumentar una hora las asignaturas de modalidad y reducir de nueve a seis las optativas-, se añade ahora la opción de aumentar de dos a tres horas el horario de Lengua catalana y Lengua castellana y dejar las optativas con cuatro horas. Así consta en el documento al que ha tenido acceso EL PAÍS y que el Departamento presentará el martes en el pleno del Consejo de Educación de Cataluña.
El currículo de bachillerato está siendo el foco de la polémica estos últimos meses a raíz del requerimiento del Ministerio de Educación enviado en septiembre instando a la Generalitat a reorganizar las materias para que se ajusten a la ley estatal de educación, la Lomloe. Los principales puntos que generan más oposición en la comunidad educativa es convertir las asignaturas de Literatura Catalana y Literatura Castellana -ahora de modalidad de 2º curso- en materias optativas de primer curso. Y en el científico, la fusión de las asignaturas de Física y Química, así como la de Biología con Geología y Ciencias Ambientales en 1º de bachillerato, cosa que implicaba pasar de un total de seis horas semanales a tres.
Tras el revuelo generado, la consejera Esther Niubó se avino a no tocar las literaturas, pero se mantiene la unión de las asignaturas científicas. En una reunión en enero con docentes de este ámbito, Educación presentó una propuesta para 1º de bachillerato que pasaría por aumentar de tres a cuatro las horas semanales cada una de las asignaturas de modalidad (y así compensar la pérdida de dedicación con la fusión de materias científicas), a cambio de reducir las optativas de nueve a seis horas.
Pero después de consultas con varios estamentos y direcciones de los diferentes territorios, el Departamento ha optado por contemplar una segunda opción: dotar con una hora semanal adicional las materias comunes de Lengua catalana y Lengua castellana y, para compensar, dejar cuatro horas para las optativas, con dos asignaturas de dos horas. En esta opción, las materias de modalidad también tendrían cuatro horas.
Ambas propuestas comparten algunas modificaciones, necesarias para dar cumplimiento al requerimiento del Ministerio y a la recién sentencia del TJSC: se recorta a la mitad el peso que tiene el trabajo de investigación; “no se hará ningún tipo de referencia a la organización por ámbitos”, según indica el documento, y la segunda lengua extranjera se ofertará como optativa en segundo curso, y no únicamente en primero como hasta ahora.
La secretaria de Mejora Educativa, Josefa Beltrán, presentó hace unos días las dos propuestas a la comisión de ordenación del Consejo de Educación de Cataluña, y este martes lo hará en el plenario. En principio, el Consejo no debe emitir ningún dictamen sobre el tema y solo se está consultando la opinión de sus miembros, que de momento se muestran mayoritariamente a favor de la segunda opción, la que implica aumentar horas de las materias lingüísticas. También parece ser la preferida del Departamento -teniendo en cuenta las últimas declaraciones de la consejera a favor de reforzar los conocimientos básicos y los malos resultados de los alumnos en este ámbito-, aunque de momento Educación no se pronuncia oficialmente y asegura que pronto hará pública su propuesta.
De momento, la aplicación de la reforma no corre excesiva prisa, ya que no se empezará a aplicar hasta septiembre de 2026 para los alumnos que empiecen el primer curso.