Hace tan solo 15 días, María Jesús Álvarez cogió el coche y regresó al estudio de grabación donde Metro Madrid crea los anuncios que se oyen a través de la megafonía de sus vagones. No fue en metro porque, como siempre señala en sus entrevistas, se marea mucho, así que prefiere seguir conduciendo a pesar de sus 87 años. Para la reciente ampliación de la Línea 3, desde la estación de Villaverde Alto hasta la de El Casar, no podía ser otra si no ella quien anunciara con su voz “de terciopelo”, como algunos la han calificado, las nuevas correspondencias en las estaciones.
– Próxima estación…- dice a través del altavoz Javier Dotú, una de las voces masculinas históricas del Metro.
– El Casar- responde Álvarez.
-Correspondencia con…
-Línea 12 y Cercanías Renfe. Final del trayecto. Para efectuar la salida de la estación deberán disponer del tipo de billete correspondiente.
Un usuario del metro compartió en redes sociales la nueva megafonía y abrió la conversación entre los que aseguraban que no era la misma persona que desde hace 40 años se escucha en los vagones y los que señalaban que la voz era real porque se le sentía “el paso de los años”. Algunos afirmaban que se reciclaron pedazos de viejos anuncios para armar uno nuevo y no faltó el que dijera que parecía una voz generada con inteligencia artificial. La propia Álvarez despeja las dudas en conversación telefónica con este diario: “Sí, yo acabo de grabar el anuncio de El Casar”.
Álvarez dice que actualmente los únicos que le son “fieles” son los del metro de Madrid. Cuenta con un poco de pena en la voz que en el pasado era muy solicitada para locutar anuncios publicitarios, pero que de ese sector ya no la llaman a pesar de que asegura que a sus 87 años su voz “no ha cambiado”. Pero Metro Madrid lo tiene claro. “Recurrimos a ella porque, mientras quiera y pueda, queremos seguir dando continuidad a las voces que se escuchan habitualmente”, aclara la empresa a EL PAÍS.

En mayo de 1986 el metro de Madrid lanzaba por primera vez el servicio de megafonía en vagones y así lo reseñaba este diario: “La línea 2 del metro, Cuatro Caminos-Ventas, cuenta desde el lunes con un anunciador automático que permite a los usuarios escuchar, una vez que el tren abandona la estación de origen, un mensaje con el nombre de la próxima estación, las líneas de correspondencia y el final de trayecto”. La megafonía recién estrenada ―que poco a poco fue extendiéndose a todas las líneas del metro― era una especie de diálogo entre una voz masculina, la de Dotú, y una femenina, la de Álvarez. “Próxima estación…“, enunciaba él con esa entonación tan característica, y ella continuaba de igual forma con el nombre de una de las 14 estaciones que tenía la línea roja en aquel momento, su correspondencia con otras líneas y cualquier otra información que necesitara el viajero en cada destino.
Han pasado casi 40 años y, aunque el locutor masculino ha cambiado en varias ocasiones, Álvarez sigue siendo la que acude cada vez que Metro Madrid necesita una nueva megafonía. A pesar de que han pasado más de dos décadas desde su jubilación, hace dos semanas volvió a coger el coche y salió de su casa en Majadahonda para repetir lo que ya ha hecho, al menos, 303 veces, que es el número de estaciones que tiene la red de metro madrileña a fecha de 2025. No le cuesta, y dice que mientras pueda lo seguirá haciendo. “Lo que más me ha gustado a mí en la vida es mi profesión, tanto que el día que me jubilé vine llorando hasta mi casa por lo que dejaba atrás”, explica la locutora, cuyo trabajo a tiempo completo desde 1961 estuvo entre RNE y TVE.
Algunas de las últimas llamadas que ha recibido de Metro Madrid, antes de hacer la grabación para el enlace entre Villaverde Alto y El Casar, fueron para el cambio de nombre de la estación de metro antes conocida como Metropolitano por el actual, Vicente Aleixandre, y el de la antigua Atocha por el de Estación del Arte, ambos en 2018, informa Metro Madrid a este diario. Álvarez dice que se siente “muy agradecida” cada vez que recibe una nueva petición, porque es una forma, aunque esporádica, de recordar lo que tanto disfruta.
Por muchos años que pasen, la voz de María Jesús Álvarez sigue siendo reconocible y tiene la misma elegancia, aunque asegure a través del teléfono que quizás no se le escuche del todo bien porque ha estado enferma los últimos días. Sus anuncios para el metro son patrimonio madrileño, y aunque ella nunca los escuche, son pocos los viajeros que no sepan completar la frase: “Atención, estación en curva. Al salir, tengan cuidado para no introducir el pie entre coche y andén”.