Amancio Ortega es conocido por ser uno de los hombres más influyentes no solamente de nuestro país sino, también, del mundo entero. El empresario consiguió convertir una pequeña empresa textil en una gran potencia a nivel internacional. Ahora, no hay famosa que se resista a lucir prendas de Inditex, tiene presencia en cientos de países y se ha convertido en una de las marcas que más vende en España. Todo esto ha hecho que tanto Amancio como sus dos hijas, Marta y Sandra, se hayan convertido en dos de las mujeres más ricas del planeta. Al igual que también su mujer, Flora Pérez. Aunque eso sí, el imperio de Inditex no surgió de la nada y Amancio comenzó en esa aventura de la mano de la que, por aquel entonces, era su mujer; Rosalía Mera.
Como ya contamos en THE OBJECTIVE, Resalía vivió una infancia especialmente humilde. A mediados de los años 70, después de pasar mucho tiempo viendo a su madre coser y crecer en un ambiente rodeada del mundo textil, decidió lanzarse a una nueva experiencia; abrir Inditex. Una decisión que no fue nada fácil de tomar pero que, con el tiempo, se convirtió en todo un referente empresarial. Rosalía había nacido en la ciudad de A Coruña, concretamente en el barrio de El Matadero. Su padre fue empleado de Unión Fenosa, mientras que su progenitora se dedicó a cuidar de sus vástagos. La familia vivió unos momentos económicos especialmente complicados, que contrastan con el futuro de Rosalía, quien llegó a ser la tercera mujer más rica de nuestro país.
La relación de Amancio Ortega y Rosalía Mera y los inicios de Zara
A los once años, Rosalía dejó la escuela y se dedicó a trabajar para sacar a su familia adelante. Al poco tiempo, consiguió trabajo en una tienda de confección y camisería, que se consideró como el lugar en el que empezaron las personas que, más adelante, formarían parte de Zara. Allí coincidió con Amancio, quien trabajaba como encargado de almacén. Tal y como reflejan en El Cierre digital, por aquel entonces, todos definían al empresario como un hombre «un chico leonés, introvertido, educado, sencillo, humilde y respetuoso». Por su parte, Rosi, era una mujer más habladora, que sin ningún problema tuvo nunca en conversar con sus compañeros de trabajo y hacer nuevas amistades. Al poco tiempo de conocerse surgió la chispa entre ambos.
«Cuando se hicieron novios, Amancio me pidió que fuese otra la que se ocupase de esta tarea y a mi me pareció lógico», contó José Luis Quintás, quien, por aquel entonces, era el responsable de la tienda. Tras un noviazgo corto, ambos contrajeron matrimonio en la Parroquia de San José a mediados de los años 60. Como regalo de bodas, sus compañeros de trabajo le compraron un reloj de oro. De su relación nacieron dos hijos; Sandra y Marcos. Y es que este último es el más desconocido de toda la familia, ya que siempre se ha mantenido en un segundo plano porque tiene necesidades especiales. Marcos nació con una discapacidad psíquica, lo que hizo que sus padres siempre estuvieran muy pendientes de su educación y, sobre todo, de protegerlo.
Cómo se enteró Rosalía Mera del nacimiento de Marta Ortega
Veinte años más tarde, ambos pusieron fin a su relación. Aunque eso sí, lo hicieron justamente después de que Rosi se enterara que Amancio había sido padre junto a Flora Pérez. Así, cuando tuvo a Marta, el empresario todavía seguía casado con su primera mujer. Su divorcio supuso un antes y un después en la vida de Rosi. Aunque eso sí, nunca llegaron a tener mala relación. Por aquel entonces, ambos ya habían puesto en marcha Zara. En 1963, los dos, junto a Primitiva, la cuñada de Amancio, fundaron Goa Confecciones, lo que fue el germen de Zara S.A. En un primer momento, la tienda estaba dedicada a la producción de batas y camisones, que se encargaba de hacer la propia Rosalía.
A mediados de los años 70, se abrió la primera tienda de Zara, donde comenzaron a vender otros tipos de ropa. En los 80 vivió una gran década de expansión, en los que empezaron a abrir tiendas en otros lugares de España. Con el nacimiento de su hijo Marcos, Rosalía comenzó a dedicarse exclusivamente a su hijo, dejando en Amancio toda responsabilidad del negocio. Ese tiempo, además, lo aprovechó Rosalía para formarse en el mundo sanitario y uno de sus preferidos; la Educación. Tras su divorcio, se pasó a dirigir la Fundación Paideía, que fue creada para la reinserción de personas con capacidades especiales. Además, anualmente concede un premio que lleva el nombre de Marcos Ortega Mera. Es más, Zara firmó, en su momento, un convenio de colaboración con la fundación con el que se comprometían a entregar unos 300.000 euros anuales.
Mientras tanto, su otra hija, Sandra, llevó una vida con un vínculo muy fuerte con su madre. Estudió en un colegio público y en otro privado. En todo este tiempo, la empresaria ha diversificado sus negocios y tiene participaciones en un holding, desde el que gestiona inversiones inmobiliarias, así como energías renovables, turismo y una empresa farmacéutica. Además, tras la muerte de su madre preside la Fundación Paideia Galiza. Rosalía Mera murió en el verano de 2013 tras sufrir un derrame cerebral que le provocó unos daños irreversibles. En sus últimos momentos de vida estuvo acompañada por su hija Sandra y, también, por su exmarido, Amancio Ortega.
