Augusto Ferrer-Dalmau, conocido como el ‘pintor de batallas’, ha presentado este martes en la Fundación Carlos de Amberes los primeros retratos de reyes para la colección de pinturas reales que podrán ser contempladas en unos meses en una exposición permanente en el Palacio del Infante don Luis, ubicado en la localidad madrileña de Boadilla del Monte.
El proyecto en el que se ha embarcado Ferrar-Dalmau junto a los pintores que trabajan en su taller es pintar a los 22 monarcas que España ha tenido desde los Reyes Católicos. El propio artista ya ha incluido en un libro suyo los retratos de Isabel la Católica, Fernando el Católico, Felipe I, Juana I, Carlos I, Felipe III, Fernando VI, Luis I, Carlos IV, José I, Isabel II y Amadeo I. En la Fundación Carlos de Amberes se expondrán nueve de ellos.
La Fundación Ferrer-Dalmau forma a futuros pintores en temas de historia, gracias a la donación de un mecenas de su patronato. En el proyecto trabajan tres pintores y en septiembre del año pasado ya se habían completado los cuadros de los cinco primeros reyes: los monarcas católicos, Juana I -conocida como ‘la Loca’-, su marido Felipe I ‘el Hermoso’ y el hijo de ambos, Carlos I de España y V de Alemania.
Ferrer-Dalmau se ha encargado de elaborar los bocetos de cada uno de los monarcas y luego son los retratistas de su fundación los que terminan los cuadros. Solo habrá una excepción con Felipe VI, ya que el ‘pintor de batallas’ se encargará de todo el proceso artístico, según desvelo este último en conversación con THE OBJECTIVE.
Los cuadros son casi de tamaño natural, con 1,40 metros de alto por 1,20 de ancho. Los monarcas aparecerán de medio cuerpo, manos incluidas, y vestidos de uniforme militar, salvo en el caso de las dos reinas: Isabel la Católica e Isabel II. Todos ellos están siendo pintados en un estilo «muy clásico» y con el aspecto y la fisonomía «que tuvieron en su tiempo», tras un laborioso trabajo de documentación gracias a la ayuda del historiador David Nievas y la ilustradora Noemí Toral.
Una vez completados los 22 retratos, se convertirán en la única colección completa de los Reyes de España. En el pasado hubo intentos de colocarlos a todos por orden cronológico en un museo, pero ningún proyecto cristalizó. «Es el proyecto más ambicioso de nuestra fundación. La idea es mía porque no teníamos un conjunto de los Reyes», explicó Ferrer-Dalmau a este periódico hace medio año. «Buscamos un diálogo completo, cada uno de los monarcas con su historia», señaló a renglón seguido sobre el sentido de la futura exposición.
El origen del palacio de Boadilla
La fundación ya cuenta con el visto bueno del Ayuntamiento de Boadilla del Monte para utilizar las instalaciones del Palacio del Infante don Luis, un edificio que representa el tardo-barroco en España y que data de 1765. De planta rectangular alargada, tiene una superficie construida de poco más de 6.300 m² y cuenta con portadas neoclásicas enmarcadas con columnas toscanas y escudos de armas del rey Felipe V.
Durante la Guerra Civil fue hospital de sangre y uno de los cuarteles militares del bando sublevado. Sufrió varios bombardeos que dañaron notablemente su cubierta, la capilla y la escalera principal. Se perdieron varias de las obras de arte que albergaba en su interior. En la década de los cuarenta se adaptó su uso como escuela para niñas bajo la tutela del Auxilio Social y en 1974 fue declarado monumento nacional.
El Ayuntamiento de Boadilla adquirió el edificio en 1998 a los herederos actuales del infante Luis, la familia Rúspoli. Ocho años después, en 2006, lo cedió a la Sociedad General de Autores (SGAE) por 75 años para la instalación de un ambicioso proyecto cultural que incluiría, entre otros elementos, un edificio soterrado en los jardines, con un auditorio y otros locales. Pero el proyecto fue rechazado por la Comunidad de Madrid, al considerar que ponía en peligro los restos arqueológicos hallados en el jardín, entre otros motivos.
Los tribunales terminaron por anular la cesión y el consistorio recuperó plenamente la titularidad del palacio, comenzando en 2011 los trabajos de rehabilitación del mismo. La primera fase comenzó en 2013 con un presupuesto de 5,5 millones de euros cofinanciados por el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid con la ayuda de fondos europeos. Además, algunas actuaciones, como los portones y el muro perimetral, también han contado con financiación del Banco Santander, cuya sede central se encuentra en el término municipal de dicha localidad.
La capilla es la mejor obra arquitectónica del palacio y en ella está enterrada María Teresa Josefa de Borbón, la condesa de Chinchón, que fue retratada por Francisco de Goya en uno de los cuadros que se pueden contemplar en el Museo del Prado y que también es conocida por ser hija del infante don Luis y primera mujer de Manuel Godoy.
