El dermatólogo sevillano Julián Conejo-Mir dirige la Unidad de Dermatología del Virgen del Rocío de Sevilla y ha tenido la oportunidad de atender a miles de pacientes a lo largo de más de 40 años de ejercicio profesional, algunos de ellos muy conocidos. Conejo- … Mir anuncia que abandona la sanidad pública para dedicarse a su clínica e investigar el cáncer de piel -y a disfrutar más de su familia-. «El tiempo es lo más costoso y dos amigos míos han muerto en los últimos meses», cuenta a ABC.
-Ha tenido pacientes muy importantes y conocidos a lo largo de su carrera. ¿Alguno le ha dejado huella?
-El paciente más espectacular que he tenido desde un punto de vista humano y político a lo largo de mi carrera profesional fue Felipe González. He tenido la suerte de tener a casi todos los presidentes de la Junta de Andalucía como pacientes y el más completo a nivel personal fue Felipe. También me parece espectacular Alfonso Guerra.
-¿Qué diría de su paciente Juanma Moreno?
-Ha sido un gestor brillante y una persona de talante muy moderado que está haciendo las cosas bien. También tuve como paciente a Luis Uruñuela, que fue alcalde de Sevilla. Era un señor.
-¿Tiene alguna anécdota que se pueda contar de alguno de ellos?
-Felipe González venía a verme en un avión privado desde Tánger. Me llamaban y yo siempre quería atenderle en el hospital Virgen del Rocío, a pesar de tener mi consulta privada. Entraba por la puerta de atrás con Carmen Romero. La hora que estaba con ellos era un rato de felicidad. Es una superpersona y es muy enriquecedor charlar con él. Con Juanma Moreno recuerdo que le atendí una vez a las cuatro de la tarde en el Virgen del Rocío. A Jesús Aguirre también lo he atendido y a María Jesús Montero, que fue alumna mía en la Facultad de Medicina.
-¿Se llevaba bien con ella?
-Sí. Ella en realidad no es lo que parece en televisión. Da una imagen histriónica y ella no es así, es muy diferente. La invité a que viniera al cincuentenario de Dermatología. Ella fue directora de Diagnóstico del Virgen del Rocío. También atendí a Susana Díaz.
-Imagino que como pacientes se comportarán de otra manera…
-Esta gente tan importante son seres humanos que también se rompen como cualquiera de nosotros. Los ves en esa situación y les coges más cariño. Tiene una transferencia mucho mayor con el médico.