Melinda French (60 años), filántropa, autora y exmujer del magnate Bill Gates (69) estuvo recientemente invitada en el podcast ‘How To Fail’ con Elizabeth Day, donde habló sobre el momento en el que su voz interna le reveló que la separación era necesaria: «Estuve alejando esa voz interna porque tengo tres hijos. Estábamos criándoles, teníamos la fundación y yo creía en ello», dijo en referencia a Phoebe Adele, Jennifer Katharine y Rory John, los tres hijos que tuvo fruto de su matrimonio con el empresario, y a la ‘Fundación Gates’, en la que ambos estaban muy involucrados.
Bill y Melinda se conocieron en Microsoft en 1987. Ella trabajaba en la empresa como gerente de producto. Siete años más tarde contrajeron matrimonio y su relación estuvo marcada por varios logros en conjunto. El más notable es la creación de la Fundación Bill y Melinda Gates, una organización de carácter filantrópico, dedicada a tratar diversas problemáticas a nivel mundial.
La empresaria se sinceró en su último libro ‘The Next Day: transitions, change and moving forward’ (‘El día siguiente: transiciones, cambio y seguir adelante’), en el que habla abiertamente del proceso de separación con Bill Gates. Una decisión que salió a la luz en mayo de 2021, cuando se anunció oficialmente su divorcio. El libro en sí, son unas memorias de los momentos cruciales por los que atravesó antes, durante y después del acontecimiento.

Imagen de archivo de Bill y Melinda Gates en 2018
La relación conyugal entre la pareja duró 27 años, 18 menos que a los que aspiraba llegar su exesposo, siguiendo el ejemplo de sus padres. Hace apenas unos meses, el magnate concedió una sincera entrevista con el diario británico ‘The time of London’ en la que comentó que para él, el divorcio fue «el error que más lamenta» en su vida. Además manifestó su profunda decepción ante la decisión de Melinda de no participar más en la Fundación que ambos crearon.
Por su parte, la exmujer de Gates también habló con Elizabeth Day sobre la cantidad de veces que una voz interior le advertía de que pasaban «cosas fuera del matrimonio» de las que más tarde se enteró. Sin embargo, afirmó que tuvo que enfrentarlas y, en ese momento se decidió a dar el paso: «Lo supe una y otra vez y tuve que pasar un tiempo conmigo misma para preguntarme ¿por qué me estoy quedando?», confesó.
Otra de las preguntas que Melinda reveló haberse cuestionado antes de pedir el divorcio fue: ‘¿Qué va a pasar con todo esto si me voy?’, y afirmó que para ella fue un largo y duro proceso antes de tomar la decisión final de marcharse, porque ella se tomaba el matrimonio muy en serio y, de hecho, continúa tomándoselo. Además, tener tres hijos hace que el total de personas involucradas en el ‘problema’ sean cinco, no solo la pareja. «Pienso que cuando algo dentro de ti te está hablando, es muy importante escucharte y seguir lo que te dice», y se refirió a una frase de Oprah Winfrey que cita: «Esas voces vienen a ti en forma de susurro y si no escuchas te pegan en la cabeza en forma de un gran problema».
Actualmente Melinda se encuentra en el capítulo ‘seguir adelante’ de su vida. Mantiene un noviazgo con el empresario Phillip Vaughn y su relación con Bill Gates es cordial dentro de los límites que implica un complicado divorcio.