Jordi Valls (Manresa, 63 años) fue alcalde socialista de Manresa, consejero de Trabajo con el Govern tripartito, presidente del Puerto, directivo en empresas del grupo Agbar y Suez, y director general de Mercabarna. El alcalde Jaume Collboni le fichó para ser teniente de alcalde de Economía y Hacienda. De su cartera depende el presupuesto y el área de Turismo.
Pregunta. El adelanto electoral vuela todos los escenarios por los aires. ¿Cómo combatirán la parálisis que supondrá para Barcelona?
Respuesta. La convocatoria electoral no paraliza Barcelona, Barcelona está discutiendo un presupuesto de 3.800 millones de euros y seguirá. Otra cosa son las consecuencias para Barcelona de la no aprobación del presupuesto de la Generalitat.
P. Siempre que hay elecciones, ante votaciones importantes se para todo.
R. La organización del Ayuntamiento, no. ¿Que puede ser más o menos difícil sacar adelante proyectos? Sí. No lo niego.
P. Si quieren flexibilizar el 30% de vivienda pública ¿sería más difícil en contexto electoral?
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R. Habrá que ver en qué momento los grupos quieren afrontar esta discusión. Las discusiones hay que afrontarlas, y la del 30% requiere profundidad, no una posición coyuntural.
P. Tenían casi cerrado un gobierno con ERC, que les aportaba cinco regidores y con solo 10 les daba cierto aire.
R. Yo no he cerrado ningún acuerdo de Gobierno con ERC. He cerrado un pacto de presupuestos con Esquerra.
P. ¿Le enfada que se sea más difícil ahora un acuerdo de Gobierno?
R. Con ERC hemos llegado a un acuerdo previo siempre a un pacto, sea de presupuesto o de Gobierno, que es la confianza y hablar con cierta profundidad. Pero no hay un pacto de gobierno.
P. ¿Cómo impacta en la ciudad que el Gobierno esté en funciones y las cuentas prorrogadas?
R. Barcelona perderá casi 650 millones de euros en aportaciones de la Generalitat. Había 52 millones para transporte público que desaparecen; aportaciones para vivienda, la creación de siete juzgados para casos de multirreincidencia, partidas en el ámbito sanitario, otras que afectaban a los centros de investigación, como el Mercat del Peix.
P. Visto el escenario en la Generalitat y el Ayuntamiento, ¿vamos a una aprobación de las cuentas por cuestión de confianza?
R. Vamos a aprobación el día 22. Es importante que los barceloneses sepan cuáles son las consecuencias de no aprobar unas cuentas de 3.800 millones. Debería tener el apoyo por lo menos de los partidos que lo aprobaron inicialmente [ERC y los comunes]. Agradezco a ERC, que ha dicho que votará sí, la coherencia pese al escenario político.
P. ¿Y si no se suma otro partido?
R. Esta discusión la tendré el día 22 por la tarde, no ahora.
P. Sin Govern hasta otoño, sin 650 millones y en minoría, ¿habrá perdido Collboni un año y medio de mandato sin aprobar proyectos propios?
R. El escenario dificulta de forma extraordinaria, pero tendremos presupuesto. En una situación de fragmentación política, hemos de ser útiles a la ciudadanía y nadie puede prescindir de nadie. Pedimos a algunas fuerzas que no tengan visión nostálgica del Ayuntamiento.
P. ¿Se refiere a los comunes?
R. Ha habido cambios y les pido que colaboren. Que no tengan una visión nostálgica de un pasado que ya no está. El presente es diferente, el escenario político y su rol han cambiado.
P. La cartera de turismo depende de usted. Habla desde el primer día de la necesidad de poner límites y dijeron que tomarían medidas. ¿Tienen alguna decidida?
R. Estoy de acuerdo con la idea de un límite de carga en la ciudad, pero veo difícil llegar a una cifra. Dicho esto, hemos llegado a un hito importante y es que el sector, y no sólo aquí, entiende que hay límites. Creo que hemos sido bastante claros. En cruceros, decimos que un crecimiento del 9%, como en 2023, es insostenible, y así lo he trasladado al Puerto y a las compañías. Los cruceros son importantes para Barcelona pero no puede haber un crecimiento del 9% en los próximos 10 años.
P. ¿Está sobre la mesa no licitar la terminal que falta?
R. Esta pregunta hay que hacerla al Puerto, depende del Puerto. El Ayuntamiento tiene una silla allí, pero quien toma la decisión es el consejo de administración. Otro tema son los apartamentos turísticos, que suponen la utilización de un activo residencial como activo de negocio. Es legítimo, pero debemos utilizar todos los instrumentos, fiscales y regulatorios. Apoyamos a la Generalitat en la modificación de la Ley de Urbanismo, que nos dará cierta cobertura legal para modificar el Plan Especial de Alojamientos Turísticos (PEUAT) y reducir de forma importante las viviendas de uso turístico en los barrios más tensionados, el Eixample y Ciutat Vella. Lo que hacemos es regular una actividad económica en un activo residencial que daña el mercado residencial.
P. El Gobierno defiende el límite turístico, pero también la ampliación del aeropuerto. ¿Es contradictorio?
R. La pregunta que nos hacemos ciudades como Ámsterdam y Barcelona, es si la demanda turística tiene freno. Pensemos que hay 3.600 millones de personas que todavía no han venido, hablo de mercados por desarrollar, como China o India. Pero cuando hablamos de turismo debemos hablar de diversificación económica, que depende de dos factores: la estrategia europea y la investigación, startups y globalización, y esta gente necesita conexión aeroportuaria. Hoy en las grandes líneas intercontinentales, nos guste o no, buena parte de la demanda está soportada en turistas. Yo creo que si no hay ampliación del aeropuerto estamos condenados al turismo, al monocultivo turístico, porque no crecen otros sectores económicos.
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