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El Gobierno baraja el nombramiento de un administrador único en RTVE como una solución de emergencia que evite la parálisis institucional de la cadena pública. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, la aprobación in extremis del fichaje de David Broncano dejó en mínimos la gobernabilidad y la estabilidad del consejo de administración, lo que hace imposible que la nueva presidenta, Concepción Cascajosa, logre articular acuerdos pese a que cuenta con el aval de la Abogacía del Estado para usar su voto de calidad en situaciones de bloqueo.
Las fuentes consultadas por este diario indican que el consejo de administración de RTVE es ahora mismo «ingobernable» y que las presiones del Gobierno para sacar adelante el fichaje de Broncano por 28 millones de euros por dos temporadas no hizo más que profundizar estas divisiones. En Moncloa y en el PSOE había cierta esperanza en que Elena Sánchez apoyara esta iniciativa, pero por segunda semana consecutiva se ausentó de la reunión sin delegar su voto.
Fue el órdago definitivo contra el partido que la designó como consejera y como presidenta, pero que hace dos semanas la destituyó por no plegarse a sus intereses y por forzar la salida del director de contenidos, José Pablo López. El representante directo de los intereses del Gobierno llevaba meses enfrentado con Elena Sánchez y las disputas por el programa de Broncano terminaron con la salida de los dos directivos en sucesivas votaciones del consejo de administración.
Consejo de RTVE
Se confirma lo adelantado por este diario en relación a la rebeldía de Elena Sánchez y su interés de seguir en el consejo hasta 2027 con agenda propia y sin seguir las órdenes del partido y del Gobierno. Pero no es la única díscola. Ahora mismo el bloque de izquierdas está completamente roto y depende de pactos puntuales que deberán trabajarse semana a semana, algo que hace ingobernable la cadena pública.
Ramón Colom (PSOE) suele ir por libre y no garantiza su apoyo a todas las iniciativas del Gobierno y de Cascajosa; Roberto Baños (PNV) supedita sus apoyos a cada votación; y Roberto Lakidain (Podemos) y José Manuel Martín Medem (Izquierda Unida) han trasladado la guerra de sus partidos a RTVE. En un mes apenas han votado en el mismo sentido: no lo hicieron en el programa de Broncano, ni en la destitución de López y Sánchez. Solo se unieron para apoyar la designación de Cascajosa.
En este sentido, los sindicatos de RTVE ya han pedido a los grupos políticos que se pongan de acuerdo para que se renueve la mitad del consejo de administración con mandato caducado desde marzo y que acuerden la designación de un nuevo presidente. Por su parte, Concepción Cascajosa ha pedido que esta renovación se haga como máximo en «seis meses», coincidentemente después de las tres elecciones que se producirán este trimestre.
Administrador único
El sorteo realizado en 2021 indicó que se deben renovar los tres consejeros del PP en RTVE: Jenaro Castro, Carmen Sastre y Consuelo Aparicio, además de Ramón Colom y Roberto Baños. También debería cubrirse la vacante del renunciado José Manuel Pérez Tornero, al que el Gobierno, en alianza con Podemos, forzó a dimitir en septiembre de 2022. Aunque lo cierto es que ahora el acuerdo político es imposible.
Este periódico ha informado de las gestiones para poder renovar, de las intenciones del Ejecutivo de tener más apoyos dentro del consejo y de la necesidad del PP de renovar sus consejeros, pero la división política actual sumada a la cercanía de tres elecciones hace que el tema ni siquiera se valore seriamente en el Congreso de los Diputados.
Es por ello por lo que el Gobierno baraja el nombramiento de un administrador único en RTVE si es que no logra desbloquear la situación en el mediano plazo. Para ello, el trámite parlamentario obliga primero a buscar un acuerdo por la vía tradicional y aunque solo necesitarían mayoría simple -al tratarse de tres consejeros nombrados por el PP- requieren del apoyo de los populares. Si esto no se consigue se puede activar un decreto aprobado por Pedro Sánchez nada más aterrizar en Moncloa y así salvar la situación de emergencia.
Rosa María Mateo
La ventaja es que un administrador único en RTVE tiene manos libres y puede prescindir del consejo de administración. De hecho, su mandato dura hasta que se pongan de acuerdo los partidos políticos para nombrar a los nuevos vocales. Si se opta por esta fórmula también deberían dejar sus cargos los representantes que tienen asegurado su sillón hasta 2027: Elena Sánchez, Cascajosa, Lakidain y Martín Medem.
Es una situación muy similar a la acontecida entre junio y julio de 2018. Sánchez aceleró la renovación del consejo de RTVE, en ese momento con mayoría del PP, y logró acuerdos con Unidas Podemos, PNV, ERC, PDeCAT, Compromís, Nueva Canarias y Coalición Canarias para designar a cuatro nuevos vocales y así completar el organismo con la mitad de sus sillones caducados. Pero sólo recibió el respaldo de 175 diputados ya que dos se equivocaron al votar y otros dos de PDeCAT y ERC se ausentaron de la votación.
El decreto del 22 de junio de 2018 indica que si fallaba este acuerdo el Gobierno podía disolver lo que quedaba del consejo y nombrar un administrador única. En este caso, se designó a Rosa María Mateo que sí logró una mayoría simple en el Congreso de los Diputados y que en principio debía tener una gestión provisional de tres meses para que las Cortes designaran un nuevo consejo de administración por consenso.
Perfiles de RTVE
Pero no fue hasta marzo de 2021 cuando José Manuel Pérez Tornero y el nuevo consejo acordado en el Parlamento (uno de los últimos acuerdos políticos del PSOE con el PP) llegaron a RTVE convirtiendo la presidencia provisional de Rosa María Mateo en un mandato de casi tres años con manos libres para gestionar la corporación.
Con todo, si es que el Gobierno se decanta por la fórmula del administrador único debe dar con un perfil idóneo. Rosa María Mateo, con sus luces y sus sombras, era una histórica de RTVE y una periodista que contaba con el reconocimiento unánime de la profesión. Y en estos momentos, no hay perfiles similares que se ajusten a estos parámetros lo que hace complejo un nombramiento de este tipo.
Desde ciertos sectores del Gobierno y en la órbita de los asesores de Pedro Sánchez existe el convencimiento de que se podría designar al destituido José Pablo López como una manera de dar continuidad a su gestión interrumpida por Elena Sánchez. Una opción que, sin embargo, podría tener reticencias entre los sindicatos y en la plantilla al tratarse de un profesional externo.