José Luis Ábalos, exministro de Transportes del Gobierno de Pedro Sánchez, ha comparecido este viernes por segunda vez en sede parlamentaria para responder sobre el caso Koldo, el sumario judicial abierto en la Audiencia Nacional por el presunto cobro de comisiones ilegales en la compra de material sanitario por parte de la Administración durante la pandemia, y que afecta a su antiguo asesor Koldo García. Tras asistir el 6 de mayo a la comisión de investigación activada en el Senado, Ábalos ha acudido esta mañana a otra comisión similar creada en el Parlamento balear, y allí ha negado haber conocido o intervenido de alguna forma en los contratos que el Gobierno de las islas otorgó a Soluciones de Gestión, la empresa usada por la presunta red corrupta. También ha querido marcar cierta distancia con Koldo García, a quien al estallar el escándalo identificó como persona de su máxima confianza y al que hoy ha calificado simplemente como uno de sus “cinco” asesores en el ministerio.
“Me cuesta [decirles] qué tengo que ver [yo] con la contratación de Baleares”, ha dicho Ábalos al principio de su intervención, cuando ha insistido en que él, como ministro, no tuvo ninguna participación en las adjudicaciones concedidas por el Ejecutivo regional. “Pero imagino que ahora ustedes intentarán establecer alguna vinculación que justifique mi presencia aquí”, ha apostillado con ironía. ¿Tuvo relación con Baleares para ofrecerle mascarillas o algún tipo de contrato?, le han preguntado varios diputados. “Nada, en ninguna de sus fases. Nunca”, ha recalcado el exministro.
Las preguntas de los parlamentarios no solo se han centrado en Ábalos sino también en su exasesor Koldo García, imputado en la Audiencia Nacional por delitos de pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales, cohecho y tráfico de influencias. ¿Le encargó que hiciera de mediador entre algún tipo de empresa y diversas Administraciones para proveerse de material? “No”, ha respondido Ábalos. “Lo que sí le encargué es que hiciera seguimiento de recepción de material. Encargarle que hiciera mediación, no”. ¿Puso en contacto a García con algún miembro del Govern de Francina Armengol, presidenta de de la comunidad durante la pandemia, o con alguien de la Administración balear? “En absoluto. Con nadie”, ha insistido. ¿Le consta si Koldo García llamó? “Yo no sé si llamó. En mi nombre o el del ministerio, no”.
El exministro del PSOE ha negado también que él intermediaria para tratar de frenar la reclamación de casi tres millones de euros que puso en marcha el Ejecutivo balear de Armengol contra Soluciones de Gestión por la mala calidad de las mascarillas suministradas. Ese expediente comenzó cuando los socialistas estaban aún en el Gobierno, pero a la trama le llegó cuando el PP ya se había hecho con el poder. “¿Yo voy a intentar frenarlo con el Gobierno actual [del PP]? Yo no tengo relación […] ¿Con quien voy a mediar yo del PP? ¿Y qué autoridad voy a tener yo?”, ha inquirido Ábalos.
A su vez, el exdirigente socialista (que llegó a ser secretario de Organización del PSOE y hora está suspendido de militancia) ha relativizado el peso de Koldo García dentro de su equipo en el Ministerio de Transportes: “Yo tenía más asesores de confianza. Cinco, en concreto”, ha dicho. Y ha abundado: “Yo tenía algún asesor con mucha más relación histórica. Lo que es verdad es que Koldo me acompañaba a los desplazamientos, ejercía como asistente y organizaba toda la logística de los movimientos. Lógicamente, cuando era más visible su presencia era cuando aparecía en público. Pero en el funcionamiento del despacho esta colaboración ya no era tanta”.
Los partidos de la derecha no han limitado sus intervenciones a los contratos de Baleares que se encuentran bajo sospecha en el caso Koldo. Ni siquiera a los hechos investigados en la Audiencia Nacional. Entre otros asuntos, han fijado la diana en la relación del exministro con su partido.
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—¿A qué cree que se debe su expulsión del PSOE? —le ha inquirido Patricia de las Heras (Vox), que también le ha preguntado después sobre al aterrizaje en España de la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en enero de 2020.
—Yo no estoy expulsado, sino suspendido de militancia y pendiente de recurrir cuando pueda. Yo no estoy investigado […] Y creo que la dirección del partido reaccionó con cierto apresuramiento, sin valorar siquiera si iba a ser útil. No sirvió para mucho —ha contestado Ábalos.
—¿Cree que la dirección de su partido ha perjudicado su reputación? —ha insistido José Luis Mateo (PP).
—En la vida publica, lo que recibimos de la ciudadanía es un capital de confianza. Y, para generar confianza, se tiene que tener un requisito reputacional. Por eso, en la batalla política primero se ataca por la vía reputacional. Y, claro, si te lo hacen los tuyos, pues afecta más.
La ausencia de Koldo García
La comisión había citado también este viernes a Koldo García. El interrogatorio debía producirse a partir de las 9.00, pero el exasesor socialista no se ha presentado en el Parlamento autonómico. Según ha informado después la agencia Europa Press, que ha podido hablar con el imputado, García asegura que está dispuesto a acudir a la Cámara balear pero que hasta ahora no ha recibido ninguna notificación formal: “Nada de nada”.
Koldo García sí asistió el 22 de abril a la comisión de investigación constituida en el Senado, donde se negó a contestar a la mayoría de preguntas de los parlamentarios. Aunque, durante algunos momentos de tensión, aprovechó sus escasas respuestas para defender su inocencia y arremeter contra el portavoz del PP, Luis Santamaría. “Cree el ladrón que todos son de su condición”, le reprochó al diputado popular, después de que este le acusase de formar parte de una “organización criminal” y lo calificase así: “Pertenece a la peor clase de persona que puede existir en una sociedad”.
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