«No soy antisemita», ha afirmado hoy Yolanda Díaz al ser preguntada en Alcalá de Henares por la nueva polémica entre España e Israel a cuenta del conflicto en la Franja de Gaza. La vicepresidenta segunda del Gobierno ha matizado sus palabras del miércoles, cuando reprodujo un lema («Palestina libre desde el río hasta el mar») que es usado en determinados círculos antiisraelíes para reclamar la desaparición del Estado judío. «Israel y Palestina desde el río hasta el mar», ha dicho en esta ocasión la también ministra de Trabajo.
La comparecencia, publicada en su canal de X oficial (antiguo Twitter), celebraba el reconocimiento del Estado palestino e incluía al final del vídeo la polémica frase. Esto provocó la inmediata reacción de la Embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon, que acusaba a Díaz de emplear un «lema de Hamás» que incita a la eliminación física de Israel.
Hoy, a primera hora de la mañana, el choque ha escalado después de que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, haya anunciado la prohibición al consulado español en Jerusalén para que preste servicio a los palestinos en Cisjordania. «En respuesta al reconocimiento por parte de España de un Estado palestino y al llamamiento antisemita de la vicepresidenta del Gobierno español […], he decidido cortar la conexión entre la representación de España en Israel y los palestinos», ha publicado el ministro del ramo israelí, Israel Katz.
Las reacciones tras el anuncio no se han hecho esperar. Primero, el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, ha dicho estar analizando las consecuencias de la decisión y ha apuntado que no hay «antisemitas en el Gobierno» restándole importancia a las palabras de Díaz. «La política exterior la marcan el presidente del Gobierno y el ministro de Exteriores», ha apuntado. PSOE y Sumar llevan meses peleando entorno a la comunicación al respecto del conflicto en la Franja de Gaza, llegando a contraprogramar viajes a la zona desde ambas formaciones.
Tras Albares ha sido el turno de Yolanda Díaz, interpelada de forma directa, además del propio Gobierno, por el responsable de la diplomacia israelí. Ha sido cuando la ministra de Trabajo ha tenido que negar ser «antisemita» y añadir al lema empleado el miércoles («desde el río hasta el mar») la mención a Israel.