Las organizaciones ecologistas End Fossil, Futuro Vegetal y Fridays For Future Barcelona han ocupado y vandalizado este miércoles con pintura y aerosol la tienda de la Copa del América de Vela, la regata que comenzará a finales de agosto en la capital catalana y que durará hasta el mes de octubre. La intervención ecologista, a la que se han unido grupos antisistema como Arran, se ha llevado a cabo en el comercio que está ubicado junto al Maremagnum en el Port Vell, con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente y con la finalidad de expresar el rechazo a este tipo de macroeventos y macroproyectos que, denuncian, afectan al medio ambiente. También han arrojado pintura sobre las vidrieras de la tienda y han escrito con aerosol consignas como “Salud. Tierra. Futuro” y “8-J”, en alusión a la protesta convocada para el sábado próximo.
En un comunicado, los representantes de las entidades han expresado la necesidad de “no normalizar en plena crisis ecosocial” eventos como la Copa del América de Vela o el macroproyecto del Hard Rock en Vila-seca y Salou (Tarragona), que “ponen por delante los intereses de los ricos y sus beneficios a las necesidades de los vecinos y de la tierra”. La 37ª Copa del América de Vela se disputará del 12 al 20 de octubre en Barcelona, pero desde agosto los equipos competidores ya se instalarán en la ciudad para comenzar los entrenamientos, además del Challenger Selection Series que se llevará a cabo en septiembre.
Picos de hasta 100.00 turistas en Barcelona
La organización de la Copa del América prevé que haya picos de hasta 100.000 visitantes diarios en Barcelona durante la fase final de la regata final, prevista para la última quincena de octubre. En las mismas fechas, el puerto de la capital catalana, acogerá durante esas fechas a cerca de 3.000 barcos que querrán ver la competición desde el mar. Las cifras de turistas superan claramente las que se registraron en las últimas dos ediciones del evento (Auckland, Nueva Zelanda, en 2021, con restricciones por la covid; y Hamilton, Bermudas, en 2017, con un núcleo de población menor) y son similares a las de San Francisco (Estados Unidos, 2013) y Valencia (2010), según las mismas fuentes. Estas previsiones, variables en función de los equipos que se clasifiquen para el cuadro final, provocó las quejas de los vecinos por el impacto que puede tener sobre el precio de las viviendas de la zona, que en algunos casos alcanza los 4.000 euros mensuales con la competición deportiva como reclamo.
En plena temporada turística, la organización America’s Cup Event (ACE) contempla que habrá unos 10.000 visitantes diarios al comienzo de la competición, que irán incrementándose a medida que se acerquen las regatas definitivas. Ocurre lo mismo con los barcos registrados para acercarse al campo marítimo de regatas. Actualmente hay unos 700 navíos inscritos para salir a alta mar, que previsiblemente serán unos 1.000 en agosto. A partir del 12 de octubre, cuando se celebre la ronda final, la cifra se triplicará hasta los 3.000. En total, según un estudio de la UPF, la Copa del América atraerá a unos 2,5 millones de visitantes a Barcelona y tendrá un impacto económico de 1.200 millones euros.
La organización ha previsto diferentes espacios para poder observar las competiciones desde la costa barcelonesa. La playa de Bogatell y la plaça del Mar (entre la Barcelona y la playa de Sant Sebastià) tendrán grandes pantallas para poder entender la carrera con más facilidad; mientras que se habilitarán miradores enfrente del Port Olímpic y en el rompeolas del hotel Vela. El Race Village, estará situado en el Moll de la Fusta, en Drassanes, donde también se instalarán grandes pantallas y el Ayuntamiento anunció una “regata cultura”l con diversas propuestas.
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