Esta medianoche, un hombre de 26 años ha sido atropellado mortalmente en la avenida de Santa Eugenia, en el distrito de Villa de Vallecas, en Madrid. El conductor se ha dado a la fuga y la víctima ha fallecido sobre la calzada pese a los intentos de reanimación del Samur. Horas después, el autor del atropello ha sido detenido en Parla. Según la investigación, lo arrolló tras discutir por un móvil.
Los hombres habían quedado en otro lugar de Madrid a través de una aplicación de compraventa de productos para el intercambio de un móvil, según los primeros datos que tienen los agentes. Después, ambos condujeron cerca del punto en el que se produjo el atropello mortal, junto a la estación de Cercanías de Santa Eugenia. El detenido era el que iba a comprarlo y el fallecido quería venderlo. La operación iba bien hasta que llegó el momento de la transacción. El detenido le aseguró que estaba realizando la transferencia acordada, pero al vendedor no le llegaba. Comenzó entonces una pelea que acabó con el atropello del vendedor y la fuga del comprador.
La víctima, un hombre venezolano de 26 años, no pudo sobrevivir pese a los 40 minutos de masaje cardiopulmonar que le aplicaron los sanitarios del Samur. Cuando la ambulancia llegó ya estaba en parada cardiorrespiratoria y los traumatismos que presentaba eran muy graves. El choque fue de tal magnitud, que hasta tuvieron que intervenir los bomberos con una grúa para asegurar una farola que se había visto afectada y podía ser un peligro para otros conductores y viandantes. Además, como consecuencia de la colisión, el vehículo perdió varias piezas que se quedaron tiradas en la calzada. El coche fue hallado cerca de esa zona.
Horas después, el conductor se entregó en la comisaría de policía local de Parla, su lugar de residencia, y dio una explicación vaga de que su coche había sufrido daños porque había tenido un accidente. Sin embargo, su historia se cayó por su propio peso, no engañó a nadie, y menos a los investigadores policiales que se habían hecho cargo de las pesquisas. Fue allí donde los agentes del Grupo V de Homicidios lo detuvieron y pusieron nombre y cara al hombre que presuntamente mató a otro a sangre fría por un Bizum que no llegó.
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