Hoy el afilado termómetro de la capital despega hacia los 40 grados… y las piletas del Centro Deportivo Municipal de Peñuelas siguen cerradas. «Almeida se tiró a la piscina con su promesa, pero se nos pasa el verano y aquí los vecinos seguimos sin poder hacerlo», musita Sonia, entre resignada e indignada, mientras camina a pleno sol por la orilla de la calle Arganda. Al tiempo que lanza una mirada furtiva hacia ese oasis inaccesible, escondido tras los grisáceos muros de la icónica instalación municipal, aún sin cartel alguno que sirva de ayuda al despistado, que permanece dormida a deshora. Y eso que, desde el Área de Obras y Equipamientos, encargada de la operación a corazón abierto que arrancó en abril de 2024, la actuación se dio por concluida el pasado día 1. Ayer mismo, por las distintas puertas abiertas del recinto, seguía zigzagueando algún que otro operario con el bisturí.
«Se agradece que las obras se hayan acelerado para poder abrir este verano, pero es que ya nos hemos comido más de medio mes de julio y esto sigue cerrado. Los obreros nos dijeron que abría el día 11, pero ya ves… Aquí nadie nos informa de nada», protesta Javier, que surca la calle Gargantilla tras recoger de la guardería a la pequeña Elia. Ambos son dos de los 300.000 potenciales usuarios de una piscina, la número 25 prometida a bombo y platillo desde el Ayuntamiento para este verano, que permanece anestesiada, pese a que su aspecto seductor, que ya pueden contemplar los vecinos del entorno desde sus balcones, invite a pensar en un chapuzón en el enclave con mayor demanda de Madrid.
«El problema no es sólo cuándo van a abrir, sino lo complicado que va a resultar conseguir una entrada. Esa va a ser otra… Esta es la única piscina del centro de la ciudad y no sólo vienen de Arganzuela, también se acerca mucha gente del distrito Centro. Si ya es complicado pillar para otras instalaciones, imagínate para esta», acentúa Vanessa, quien dice no haber faltado nunca a su cita veraniega en Peñuelas (inaugurada en 1993). Salvo el año pasado y lo que va de este, lógicamente. «Espero que todo esto no tenga nada que ver con que el ministro Bolaños sea vecino del barrio», se atreve a bromear.
Interior de las instalaciones del Centro Deportivo Peñuelas.
Hay quien aprovecha el altavoz por la interminable espera de las piscinas para denunciar el estado del parque, construido, como la infraestructura acuática, sobre las cenizas de la estación ferroviaria de Las Peñuelas. «El parque de al lado está lleno de indigentes, basura y tiendas de campaña. Pensábamos que la apertura de la piscina, al menos serviría para que limpiaran un poco el parque contiguo. Porque esto está hecho un asco», denuncia Juan, levantando la vista hacia el horizonte, donde asoma sin pudor alguna que otra tienda de campaña recién aterrizada.
Mientras Conchi, abuela al cargo de sus dos nietos durante este tórrido mes de julio, dice no saber ya qué hacer con ellos. «Cuando quieran abrir, llegará el desafío de sacar entradas», insiste en la idea, y se suma a la reclamación anterior: «Pensaba que al desmantelarla completamente y ser la única piscina del centro, iban a hacerla un poco más grande cogiendo un trozo de parque. Porque para tenerlo como está, que parece un camping…».
La venta de entradas
Así respiran algunos de los damnificados por el retraso de una reapertura que sigue rodeada de misterio. Porque, toda vez que la obra fue entregada el pasado 1 de julio, ahora el asunto se encuentra en manos de los responsables del distrito de Arganzuela, con Dolores Navarro al frente. También, del Área de Deportes, encabezada por Sonia Cea, que es la que establece horarios y se encarga de la venta de entradas.
Desde el Palacio de Cibeles siguen sin atreverse a dar una fecha definitiva para ese anhelado corte de cinta que se ha convertido en una suerte de jaqueca municipal. «Se están aplicando los sistemas de cloración en los tres vasos y cuando los parámetros sean aptos para el uso, se abrirá la piscina», detallan a este diario.
Interior de las instalaciones del Centro Deportivo Peñuelas.
Son los últimos (e interminables) flecos para una milimétrica rehabilitación que ha supuesto una inversión de 6,3 millones de euros. Una reforma integral de carácter urgente, iniciada 15 meses atrás, que ha consistido en la demolición de sus tres vasos, víctimas de grandes filtraciones con pérdidas de agua, además de la nueva ejecución de los mismos. Esos trabajos han consistido también en añadir galerías visitables con los que controlar la estanqueidad. En ellas se han situado los equipos de depuración, también renovados por completo. Los trabajos se dieron por concluidos con la renovación de las playas y los muros de contención que dan a las calles Arganda y Gargantilla, así como la renovación de los vestuarios e instalaciones.
Un órdago a la grande del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, de baja de paternidad, en el punto donde acude a refrescarse el mayor pellizco de la capital. Sería la instalación número 25 del verano, cifra récord tras la reciente incorporación a la oferta de Barajas y Tetuán (2024), y tras una inversión de 57 millones en las dos últimas legislaturas. Y decimos que sería la 25, en condicional, y no es, porque el presente de Peñuelas, la piscina sobre cuyos hombros recae de ese pleno, sigue siendo todo un enigma: «Su apertura es inminente». Pero nadie en el Ayuntamiento se atreve a pronunciar una fecha concreta. Hoy, por cierto, ecuador ya de julio, el termómetro llegará a los 40 grados…
