El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha dado el primer paso para cerrar el consulado general de España en Berna, la capital suiza, ya que el puesto de cónsul está vacante desde hace varios meses y no aparece en la lista de puestos a cubrir en este año, según advierten fuentes diplomáticas a THE OBJECTIVE.
El último cónsul fue Javier Sandomingo, quien estuvo casi 14 meses en el cargo: desde noviembre de 2022 a finales de enero de 2024, cuando se tuvo que jubilar al llegar a los 70 años. Todo ese tiempo lo pasó en la capital suiza mediante sucesivas prórrogas de una comisión de servicio que Exteriores publicitó en el ministerio tras la renuncia de Carlos Sánchez Boado hace dos años.
Este último fue el último diplomático al que se le adjudicó en 2022 el puesto de Berna en el proceso selectivo de puestos en el exterior -el denominado ‘bombo’ en la jerga diplomática-, pero cuestiones de índole personal le llevaron a renunciar al cargo y no llegó a tomar posesión del mismo.
Albares tenía ahora la ocasión de volver a sacar a concurso la plaza de Berna, pero el subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores, Luis Cuesta, comunicó recientemente a los representantes de los diplomáticos que el puesto de cónsul general en la capital suiza seguirá cubriéndose en los próximos meses con comisiones de servicio.
Esta decisión significa que el jefe de la diplomacia planea cerrar el consulado de la capital en Suiza. «Es evidente que no quieren dotarlo con un cónsul general», subrayan un embajador consultado por este periódico ante las sucesivas prórrogas de varios meses con las comisiones de servicio. La opción que baraja Exteriores, a juicio de otra fuente del ministerio, es que las actividades consulares las lleve una oficina consular –de rango inferior– dentro de la propia embajada que dirige María Celsa Nuño.
Ahora bien, el cierre de un consulado general como el de Berna no implicará un ahorro para las arcas públicas, aseveran las citadas fuentes, ya que Albares tiene previsto abrir uno nuevo en la localidad india de Bangalore, considerada la capital tecnológica en el gigante asiático. Con ello, evita que Hacienda amortice la legación diplomática en la capital helvética.
La situación de Berna no ha sido el único sobresalto en la reunión de Cuesta con los representantes de los diplomáticos en Exteriores. En el último cómputo de puestos a cubrir en el extranjero en este 2024 también se cayó de la lista el consulado general de Mánchester. La diplomática Laura García seguirá al frente un año más en este destino para sorpresa de algunos de sus compañeros en el ministerio.
El subsecretario alegó el pasado 18 de enero en una reunión con la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), la mayoritaria en este colectivo, que dicha oficina consular acaba de iniciar –junto con las secciones consulares en Helsinki y Amman– un proyecto piloto de digitalización que Exteriores ha puesto en marcha con fondos europeos. El departamento de Albares dispone de 110 millones de euros para toda su red y ya se ha comprometido el 93% de esta cantidad, que debe ser ejecutada de aquí a finales de 2025.
La ADE solicitó a Cuesta «información más detallada» del contenido de este plan y subrayó al subsecretario que el proceso de elaboración del informe consular «ha dejado patente que existe un elevado grado de insatisfacción respecto a las herramientas digitales que en este momento se usan en las oficinas consulares», así como «un cierto temor» de que la digitalización en marcha «repita algunos de los defectos de los sistemas en uso y no se adapte realmente a las necesidades sobre el terreno», según el correo electrónico enviado a los asociados y al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
Por ello, los diplomáticos insistieron al enviado de Albares «la conveniencia de probar los nuevos sistemas en un cierto número de oficinas consulares antes de ponerlas en uso en toda la red» ya que, en su opinión, la elección de Mánchester, Helsinki y Amman es «poco representativa» de los principales perfiles de oficinas de la red consular española. El subsecretario se mostró dispuesto a recibir sugerencias «sobre oficinas-piloto adicionales», algo que la ADE tendrá que discutir ahora dentro de su grupo de trabajo que analiza la situación en los consulados.