Hoy Alejandro Fernández tiene dos problemas. Su nombre, que en Google no sale nunca, porque prima más al famoso ranchero y cantante mexicano que se llama igual. Y su nuevo libro, A calzón quitao (Esfera de los Libros), un ensayo que ha puesto patas arriba a la cúpula del Partido Popular porque viene a decir que cualquier líder del partido en Cataluña tiene los días contados desde que se asume el cargo.
El presidente de los populares catalanes ha venido a Madrid este lunes a hablar de su libro. Pero —siempre hay peros en las presentaciones y más en la capital de España— Isabel Díaz Ayuso se ha marchado a Ecuador —se ha marchado cinco días a Quito, coincidiendo con la declaración ante el juez de su pareja— y Alberto Núñez Feijóo —que estaba en la sede madrileña de Génova por la mañana y con la agenda libre por la tarde—, tampoco ha venido.
La expectación en el Círculo de Bellas de Artes se ha reducido a un buen puñado de periodistas, a cinco diputados de Ayuso en la Asamblea, a Esperanza Aguirre —que no se pierde una—, a Guadalupe Sánchez, la abogada del rey emérito que ha denunciado al expresidente autonómico, tertuliano, invitado platino de El Hormiguero y escritor Miguel Ángel Revilla —y a la que la editorial tenía anotada en una chuleta como “llegará un pelín tarde, poner en un lateral”´—, al exlíder del PP catalán y fundador de Vox Alejo Vidal-Quadras, y a Cayetana Álvarez de Toledo, autora del prólogo, amiga de Fernández y presentadora del acto, que ha comenzado tal y como se esperaba:
—Si alguno ha venido a buscar algún titular sobre el PP…
Que se vaya también, ha pedido. Como Feijóo, se entiende. “Este es un libro también para Feijóo”, ha continuado. Y ha dado su opinión sobre el asunto catalán y sobre el libro de Fernández durante 40 minutos. Que a los constitucionalistas catalanes se los sigue viendo como unos ciudadanos incompletos. Que Pedro Sánchez y Donald Trump tienen mucho en común –”¡Pero si es su más aventajado discípulo!, ¡las mentiras de Sánchez se proyectan sobre sus promesas electorales!“—. Que no es que Cataluña se vaya de España, sino que es España la que se está yendo de Cataluña con el PSOE en el poder. Y que el país está mutando hacia un estado plurinacional.
Ha hablado más, incluso, que el propio Fernández.
“¿Y cuál es la solución?”, se ha preguntado Álvarez de Toledo y parte del público. “Pues compren el libro”, ha contestado. Fernández ha tomado entonces el micrófono y ha comenzado como aventuraba la propia Álvarez de Toledo. “Gracias a todos y de todo corazón por venir, aunque puede ser que para algunos pueda ser un deporte de riesgo acudir aquí”. Y ha pedido, por si había dudas, una carta a Feijóo: “No pido autonomía para desmarcarme del PP, sino para ser el PP sin giros. El PP de Cataluña lleva 30 años girando. Yo tengo 48 años y ya giré todo lo que tenía que girar. No giro más”. Y ha defendido el proyecto del partido como “definido” y como alternativa a la izquierda y al nacionalismo.
“Si el nacionalismo es imposición, nosotros libertad. Si es obsesión identitaria, nosotros ciudadanos libres e iguales. Lo único que toca es paciencia, perseverancia y coraje”. Una antigua colaboradora de Fernández avisaba antes del acto y por teléfono de que Fernández es un hombre con mucha ambición. Ojo a Fernández. Saca libro, aterriza en Madrid y se ha despedido tras hablar de su libro, como acostumbran algunos líderes de la derecha desde hace no mucho tiempo:
—Y viva España.
