En el Supermercado Día salieron casi todos fuera. Los que estaban trabajando, y los clientes, despavoridos ante lo que acaban de conocer. Los gritos y lloros se escuchaban con facilidad muy cerca. La vecina del piso bajo de la calle Estrella Betelguese , número 9, a escasos metros del establecimiento, acababa de ser asesinada presuntamente por su marido. Eran las diez de la mañana y el pánico se apoderó de un barrio, el de Pino Montano, poco acostumbrado a que el terror se perciba desde tan cerca. En apenas unos minutos, y con los policías en la puerta del edificio en el que se había cometido el asesinato, muchos de los vecinos que conocían a Amparo empezaron a bajar para ver qué es lo que estaba sucediendo. Más llantos y una incomprensión muy manifiesta se repetían «¡No es posible!; es mentira. No me digas eso», le dijo una señora con la cara desencajada y sin ánimo de seguir caminando a un grupo de personas que se encontraban a pocos metros de la vivienda de la fallecida. Tampoco los vecinos que convivían en el mismo edificio donde sucedieron los hechos eran capaces de explicarse lo ocurrido. Uno de ellos, que conocía al presunto asesino, Manolo, desde hacía más de 30 años, seguía teniendo dudas de lo ocurrido, como si fuese una pesadilla de la que pronto iba a despertar. Hacía unos años, otro vecino falleció en un accidente de tráfico, y el golpe fue durísimo en el pequeño bloque de viviendas en el que vivían Manuel y Amparo. Los gritos de dolor seguían repitiéndose con la llegada de los dos hijos de la víctima. También de otros familiares que fueron llegando de Cantillana, localidad natal de la pareja, durante toda la mañana, antes de que una ambulancia se llevara a Manolo tras intentar degollarse. Después de tres décadas viviendo en Pino Montano, Manolo había conseguido que le dieran en la empresa en la que trabajaba la posibilidad de hacerlo desde el municipio sevillano. En apenas unas semanas, y tras vender la casa, ambos, Manolo y Amparo debían haber vuelto a casa. Contaron algunos vecinos que Manolo era «aparentemente» una persona normal, preocupado por la recuperación de su mujer, que había sufrido un cáncer, y que su principal hobbie era bajar con su bicicleta para hacer rutas por zonas anteriormente estudiadas. Nadie en el barrio se explica lo que pudo ocurrir. «Era una pareja normal. Cuando pasan este tipo de cosas, por lo que hemos visto otra veces en la televisión, son matrimonios con problemas, con una persona denunciada por malos tratos. Pero es que aquí nunca había pasado nada. Hemos vivido con ellos muchísimos años, viéndonos en el edificio, en el garaje, en los bares cercanos, en donde sea… y nunca notamos nada», declaró una vecina. Otra, afligida por el dolor, y después de permanecer durante varias horas sin poder salir de su vivienda, se acordó de algunos momentos vividos junto a la fallecida: «Era una persona muy buena. Había superado un cáncer en la cabeza, y se le veía muy recuperada. Yo creo que nos va a costar mucho a todos poder olvidar este momento. Jamás me podía imaginar lo que ha ocurrido al lado de mi casa. Todo fue muy rápido. Cuando vi a los policías cerca del edificio llegué a pensar que se trataba de un ataque terrorista. Ayer vi a Manolo como cualquier otro día. Todavía no me creo lo que ha hecho».
Source link
Amparo y Manuel, una pareja 'a punto' de cambiar de vida
12
previous post