Anabel Pantoja lo tiene muy claro: lo primero que hará tras el parto será ponerse en manos de los médicos para someterse a unos retoques estéticos con el fin de someterse a un tratamiento que regenere y rejuvenezca su piel para combatir las arrugas, flacidez e imperfecciones que le han quedado.
La sobrina de Isabel Pantoja cuenta los días para dar a luz a su primera hija, fruto de su relación con el discreto fisio David Rodríguez. Está en plena recta final, pero eso no le impide adelantarse a los acontecimientos y ser previsora. Lo tiene todo ya pensado. Incluso los retoques estéticos a los que se va a someter tras su parto.
Después de dar a luz, Anabel Pantoja se someterá a varios retoques estéticos para volver a ser la de antes del parto y poder lucir el rostro sereno y sin ninguna arruga de antes. Así lo ha explicado ella misma a través de sus redes sociales, que están siendo el diario de una embarazada.
Reparar arrugas, flacidez e imperfecciones
La colaboradora de televisión se someterá a un tratamiento que regenera y rejuvenece la piel con el fin de combatir las arrugas, flacidez e imperfecciones. Está especialmente diseñado para frenar los signos de envejecimiento y se usa un láser CO2. Para rematar, también se complementa con diversos factores de crecimiento.
«Tú que vives en Canarias y tomas mucho el sol: la calidad de tu piel quedará como una piel joven, fresca. Te arregla la superficie. Consiste en unos pocos puntos de ácido hialurónico que reposicionan tu cara», le explica un didáctico doctor a la sobrina de Isabel Pantoja, que pone toda su atención y esperanza en las palabras del galeno. Por supuesto, Anabel Pantoja está muy de acuerdo con tan sabias palabras y se lo deja muy claro: «Me hacen falta, doctor».
El relato continúa y la influencer aprovecha la ocasión para contarle al médico uno de los problemas que le pasa a ella y a toda mujer embarazada: sus dificultades para conciliar el sueño. Y esto, por supuesto, se trata de una preocupación mayor que le ha pasado factura al rostro de la influencer.
El drama del sueño
«Jamás olvidaré este insomnio maldito de horas mirando al techo y de dar vueltas de un lado a otro con un hipopótamo. Sigo flipando con mi puñetero cerebro y su no duermes en toda la noche. Luego por la mañana o de día eres un oso hormiguero. Desde luego que está acabando conmigo. Me rindo», decía.
Resulta que esa falta de sueño le ha dejado unas grandes ojeras con las que no puede vivir y quiere reducirlas. Para ello se someterá a otro tratamiento que trabaja alrededor de los ojos. «Tendríamos que trabajar las arrugas que siempre salen debajo de los ojos y las patas de gallo», le cuenta el médico con toda delicadeza antes de garantizar a su paciente la recuperación de una mirada natural.
Para la total tranquilidad de Anabel Pantoja, para ambos casos se trata de un tratamiento no invasivo que no requiere ni intervención ni recuperación postoperatoria, que bastante tendrá la mujer con el parto. Eso sí, deberá tener un poquito de paciencia para hacerse estos dos tratamientos y esperar una semana después de dar a luz, como le ha avisado el doctor tras comprobar la ansiedad mostrada por su paciente para recuperar su antiguo rostro. No obstante, dará por buena la paciencia ahora que sabe que sus arrugas y ojeras desaparecerán. Una preocupación menos.