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Madrid nunca deja de sorprender con su oferta de ocio. Por eso, no hay mejor manera de empezar el año que conocer nuevos lugares donde vivir experiencias divertidas. Esta vez hemos descubierto el plan perfecto para el fin de semana. Sabemos que no es la primera vez que lo decimos, pero esta es la de verdad, prometido. El recorrido empieza en el distrito de Chamberí después de comer en mitad de uno de estos sábados sorprendentemente soleados. Después, un paseo por el barrio hasta que, a la altura de la calle Santa Engracia, la primera parada: Antojos Gallery, una galería de tartas de queso donde tomarse el postre con un excelente café.
Ya con el estómago lleno, la siguiente parada es un espectáculo inmersivo de luz llamado Genesis. Sin duda, el lugar perfecto para meditar, imaginar y salir inspirado para empezar la semana con toda la energía. Para cerrar por todo lo alto el sábado, nada mejor que ir a cenar al italiano más cool de Madrid, Allegra, y terminar cantando en el piano bar del local.
Una galería que se puede comer
Antojos Gallery (calle de Santa Engracia, 109) es una galería de arte ubicada en el distrito de Chamberí. De obras efímeras, quienes lo han visitado saben que estas duran de media unos 30 segundos. La experiencia física de la tienda es la misma que la de acudir a una galería de arte. “Todo está enfocado al protagonismo de las tartas, que consideramos nuestras musas, y por ello reciben ese nombre”, explica su fundador, Juan López-Guerrero.
La estética minimalista acompaña a que el foco de los clientes recaiga sobre el producto y puedan sentir la experiencia completa. Al adquirir las tartas, se los obsequia con un certificado de autenticidad, al igual que cuando se compra un cuadro o una escultura de un artista. Las cuatro musas principales son: queso suave, pistacho ibérico, galleta lotus y galleta oreo. Además, cada obra de arte puede ser adquirida para comer a cucharadas en tres tamaños distintos: individual, mediana y grande.
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Guerrero asegura que Antojo’s Gallery surge de la necesidad que siempre ha tenido de fusionar el mundo de la pastelería y el arte. “Desde niño, me he encontrado en medio de ambos universos y me han acompañado en todo mi recorrido. Mi madre es artista y me ha educado desde una sensibilidad por el valor de las obras. Esto se suma a mi gran pasión, la cocina”, explica.
Un espectáculo sobre la creación
Genesis es una experiencia inmersiva de luz que se lleva a cabo en la Iglesia Evangélica de Habla Alemana. El espectáculo permite a los asistentes sumergirse en un inédito viaje al nacimiento del mundo a través de la luz y la música.
La obra, que tiene una duración de 30 minutos, intenta contar el origen de nuestro planeta y realiza un recorrido a través de los tres primeros días de creación. Todo, mediante un viaje multisensorial e inmersivo, representado en un espacio completamente inédito y recóndito en Madrid. Las entradas se pueden adquirir desde 11 euros.
“Génesis ha tenido una acogida increíble en países de Europa como Alemania y Francia y, por eso, decidimos traerlo a España. Es un auténtico placer para todos los sentidos, un lugar donde ir a relajarse un rato, meditar y dejar volar la imaginación”, asegura la plataforma de espectáculos en directo Fever.
El italiano más ‘cool’ de la capital
El restaurante Allegra Madrid (calle de Velázquez, 11) abrió sus puertas hace menos de un año. Hoy, un día cualquiera, pueden pasar por su local, en el corazón del distrito de Salamanca, más de 90 personas. El sitio es sencillamente espectacular, ideal para impresionar y seducir bajo la luz de sus velas. A partir de las 21.00, el restaurante se transforma en un piano bar y, rozando la media noche, la luz baja y la gente se anima a bailar con la música en directo.
La decoración del sitio es la combinación perfecta, entre un salón blanco con manteles y velas y un club nocturno rojo cálido que evoca cierta locura, con su piano de cola negra presidiendo el espacio.
En Allegra Madrid es imprescindible pedir el spicy rigatoni vodka, los zucchini fritti, la alcachofa a la romana y, para terminar, el ravioli de ricotta y espinaca con mantequilla y salvia. No puede faltar un tiramisú para cerrar la noche.
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