Un adolescente de 17 años y origen gambiano murió ahogado este jueves en el embalse del Ebro (Burgos), donde estaba de campamento con otros compañeros de un centro de menores tutelados en Loiu (Bizkaia). El grupo había llegado por la mañana a los alrededores de Arija, una de las zonas donde más habitualmente se instalan los visitantes veraniegos para disfrutar de la presa del río Ebro, y al chico se le perdió de vista hacia las dos de la tarde. Los equipos de emergencias y submarinistas trabajaron durante horas tras recibir el aviso de su desaparición, hasta que dieron con el cadáver a última hora de la tarde, según ha confirmado el cuerpo de Bomberos de Burgos.
El fallecido, que había llegado a España como menor extranjero no acompañado, se encontraba tutelado por la Diputación Foral de Bizkaia, que administra un centro en Loiu, con 65 plazas ocupadas. La entidad fue la que organizó la visita de los jóvenes el embalse, sito en el norte de la provincia de Burgos y muy popular para realizar deporte de aventura o acampadas. Según El Correo, el adolescente —que en un primer momento se dijo que era senegalés, pero la Diputación ha confirmado este viernes que procedía de Gambia— estaba en el momento de su desaparición con otros dos menores, y los tres estaban preparando las tiendas de campaña donde tenían previsto pasar la noche junto al resto de la excursión. Entonces, el chico se alejó de los demás y quedó fuera de la vista de los monitores y sus compañeros.
Una vez se percataron de que no regresaba, los responsables del campamento avisaron a los servicios de emergencias del 112 y al lugar se desplazaron especialistas en buceo y submarinismo de la Guardia Civil y de los Bomberos de Burgos para intentar rescatar con vida al adolescente. En los primeros momentos de la desaparición también se trabajó con la posibilidad de que el joven se hubiese alejado a pie. Horas después, ya con la incorporación del Grupo Especialista de Actividades Subacuáticas (Geas), fue encontrado el cadáver dentro del embalse hacia las nueve de la noche.
Una portavoz de la Diputación Foral de Bizkaia ha mostrado este viernes su pesar: “Lamentamos profundamente su fallecimiento, está todavía pendiente de confirmación pero todo apunta a que ha sido un desgraciado accidente”, ha dicho. La Diputación ha activado el servicio de apoyo psicológico a los menores que acompañaban al fallecido y a “las personas profesionales del equipo educativo, que han quedado devastadas”.
La Federación Española de Salvamento y Socorrismo recopila anualmente y por regiones el número de ahogamientos, cifra que se multiplica en verano. En Castilla y León, en lo que va de 2024 han muerto al menos 10 personas ahogadas: ocho registrados hasta el 30 de junio, más otro fallecido el 15 de julio en El Tiemblo (Ávila) y el de este jueves. Son seis fallecidos menos que en todo 2023. La comunidad carece de mar pero cuenta con múltiples ríos, playas fluviales, embalses y pozas donde muchas personas acuden regularmente y en los que a menudo no hay vigilancia ni socorristas.
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