Es la segunda vez que aparece en Tribulete, 7. Pese a que la compaa Elix Rental Housing no es an la propietaria del edificio, personas que se erigen como mediadoras entre el inquilinato y la empresa ya han intentado sentarse a hablar con los vecinos de manera individual para allanar su salida del inmueble. Durante la realizacin de un reportaje sobre la situacin en este bloque, el ensimo amenazado por la compra de uno de los llamados fondos buitre, EL MUNDO se topa con la segunda tentativa de la mediadora. Acude a la zapatera del bajo que han regentado tres generaciones de la misma familia. Con la excusa de conocer su situacin o casos de familias vulnerables, representa el inicio de un proceso para lograr la mudanza, pactada o indeseada, de los residentes actuales, anticipando la rescisin de sus contratos.
La escena evidencia las estrategias oscurantistas e intimidatorias, orientadas a buscar la negociacin individual para fracturar la unidad del vecindario y facilitar-abaratar su salida antes de acoger a nuevos residentes, turistas o con ms posibles, tras la reforma del inmueble.
Son las 17.52 horas del pasado 6 de febrero. La visitante es Mara Jos Jimnez Cortias, con pasado en Podemos, aunque ahora juega del bando de los fondos de inversin, tan denostados por los morados. Cabeza de lista de Podemos en 2015 por Salamanca, Ciudadanos la dej sin escao. Antes, veinteaera, haba ido en las listas del PP, en las municipales de Ourense, en 1999. Hoy est vinculada a Elix, la SOCIMI que pretende comprar el bloque de 54 viviendas en el barrio de Lavapis, si maana mismo aprueban en junta de accionistas una inyeccin de capital de 150 millones de euros.
La duea de la zapatera comienza advirtiendo a la recin llegada: Ya dijimos que los vecinos no bamos a hablar con Elix hasta que presente su propuesta, a todos, por escrito. Dijimos que no hablaramos individualmente. La mediadora justifica que alguien llam a la oficina: Tengo recado de la persona de la alpargatera, no s si hay otra persona…. Pues no, ataja la anfitriona.
– EL MUNDO. Pero t ests contratada por Elix?
– Mediadora. An no, an no. Yo quiero primero saber qu es lo que hay y saber si yo puedo aportar o no.
– EM. Vienes por cuenta propia?
– Mediadora. No, no, yo no vengo por cuenta propia, yo lo que… lo que a m me han propuesto, lo que a m me han dicho es: Hay esta situacin. Y yo le he dicho: Yo quiero conocer primero a las familias para responder si puedo aportar y puedo mejorar en el proceso.
Insiste de nuevo en que slo es una trabajadora social, que no est contratada an, aunque desde Elix certifican que forma parte del equipo de Assent de la firma y, como se puede confirmar en sus redes sociales, ha estado vinculada a esta rbita: desde 2019 hasta octubre del pasado ao, fue apoderada en la gestora inmobiliaria Anticipa Real State S. L. Tambin estuvo en la primera visita a Tribulete, el sbado 3 de febrero, Juan Luis Alea, igualmente del equipo de Real Estate Assent de Elix, coincidiendo con un acto reivindicativo del vecindario contra la venta, al que se sumaron Sole Morente o Alberto San Juan, entre otros artistas, y que intentaron frenar los an actuales propietarios, cuatro hermanos que habran pactado la venta. Pero el pasado martes, Mara Jos Jimnez Cortias no se presenta con aquel compaero, sino con un hombre distinto que se mantiene en actitud de escolta sin intervenir en ningn momento. La vecina le lanza: Y t?.
– Mediadora. No, no, l no trabaja, yo estaba por la zona… Yo no estaba trabajando ahora mismo, estoy fuera de horario. Yo tengo aqu proyectos sociales en el barrio de Lavapis desde hace mucho tiempo.
– Vecina. Pues he preguntado a los Dragones [un club deportivo del barrio, con medio millar de inscritos de 50 nacionalidades] y no te conocen.
La mediadora se queda callada y reacciona apelando a que tiene el telfono de Wala [Wala Hechach], representante de la cantante Mala Rodrguez. La vecina contraataca: He preguntado a Dolores y Jorge, los que llevan todo [en Dragones] y no te conocen. La agente de Elix admite que no sabe quines son y la vecina concluye: Pues si ests en los Dragones y no les conoces…. Jimnez Cortias apela de nuevo a Wala y a un proyecto que estn diseando con la Mala Rodrguez. Desde el entorno de la artista niegan cualquier vinculacin con esta persona. Adems de su pasado en poltica, la mediadora ha sido presidenta de Gitanas Feministas por la Diversidad durante 10 aos y trabaj, durante la etapa de Manuela Carmena, como responsable de Emergencias Sociales en el Ayuntamiento de Madrid.
De esa poca, es recordada por la Fundacin Secretariado Gitano, donde se muestran sorprendidos y rechazan como inaceptables las negociaciones planteadas por Elix, cuenta el vecindario. Desde la compaa afirman que los mediadores son responsables de hablar con los inquilinos para conocer su situacin, sus necesidades y buscar la mejor solucin para cada uno y que la trabajadora social cuenta con un claro enfoque social para encontrar la opcin ms adecuada en cada caso.
– EM. No ests contratada por nadie, pero eres trabajadora social. Entonces, vas a hacer un proyecto que le vas a presentar a Elix sobre las familias?
– Mediadora. Yo no voy, yo no voy a hacer ningn proyecto, yo…
– EM. Pero, entonces, ests en modo voluntario?
– Mediadora. Tampoco. Yo, a ver, yo no voy a trabajar en ningn proyecto porque an no hay proyecto, vale, no hay proyecto. Lo que voy a ver es si yo entro en un proceso que pueda apoyar a las familias o no.
– EM. Pero esto se te ha ocurrido a ti misma?
– Mediadora. No, no, cmo se me va a ocurrir a m misma. Si quieres, mira, [hablamos] cuando yo conozca a las familias que quieran abrirme la puerta, porque yo voy a hacerlo, s o s, porque es mi trabajo y lo voy a hacer…
La vecina le insiste en que los vecinos hacen frente comn y no quieren hablar individualmente sin un abogado; la periodista le pregunta a la mediadora si viene de parte de alguien y ella no responde. Ya en el tercer minuto de dilogo y escapismo, la conversacin se enciende y se eleva el tono.
– Vecina. Pero si no trabajas para Elix. Entonces, quin te paga?
– Mediadora. A ver, mira, escchame, yo no tengo que darte ninguna respuesta de ese tipo porque, primero, t no quieres hablar conmigo.
– Vecina. Ests jugando con el dinero, ests jugando con la…, jugando con…
– Mediadora. No estoy jugando con nadie. Te equivocas. Mira, mensajes de este tipo te los guardas, vale?
– EM. Pero por qu quieres…? Disculpa, slo por aclarar, por qu…?
– Mediadora. No, no voy a contestarte a nada ms porque an no he podido hablar con ninguna familia. Ya est. Cuando hable con las familias, todo lo que quieras, de verdad, sin problemas.
– EM. Es que lo que no entiendo…
– Mediadora. Es que no tienes que entenderlo!
– EM. Estoy preguntado, vale?, disclpame. T ests haciendo tu trabajo, yo, el mo.
– Mediadora. S, me parece muy bien. Pero ya te he dicho que yo no cierro la puerta a que t hagas tu trabajo, jams te lo voy a impedir. De hecho lo facilito cuando sepa qu hay.
– EM. Vale, vale…
– Mediadora. Gracias.
Y se marcha entre lamentos a la calle, dejando al vecindario de Tribulete claramente alterado tras su visita. Jams pens que me iba a ir de este modo despus de tantos aos, se apena la duea de la zapatera. Quiero quedarme, porque todos a una.
Una posible negociacin colectiva exige el Sindicato de Inquilinas de Madrid, presente tambin en tantos casos y con rplicas en otras ciudades espaolas, frente al divide y vencers con mtodos dudosos de las empresas que adquieren los inmuebles y que, posteriormente, duplican o triplican los alquileres, aparejado a la expulsin de las vecinas, pues necesitan obtener una gran rentabilidad en un plazo muy corto y no pueden esperar al fin de los contratos, explican desde el Sindicato, sobre la desproteccin permitida por la actual Ley de Vivienda. Plantean limitar el incremento entre un contrato y otro, y no slo limitar el incremento anual con un mismo casero. En Tribulete, como en otros casos, esperan que Elix ofrezca cantidades de dinero prricas y en situacin desventajosa, en una forma de chantaje para lograr vaciar las viviendas.
El colectivo asesora a Tribulete, junto a la abogada Alejandra Jacinto, candidata de Podemos en las ltimas elecciones autonmicas y de vuelta al despacho tras colaborar con Yolanda Daz hacia el 23-J. Lo vemos en cada conflicto que hemos tenido estos aos, dicen desde el Sindicato. Llevan a cabo este prcticas ms de guerrilla, por as decir, para amedrentar. De hecho, subrayan que hasta que Elix no se convierta en la propietaria, no est en disposicin de iniciar una negociacin, por lo que lo que intentan con estos contactos informales es pulsar los nimos, tratar de encontrar debilidades. En el pasado, ya trataron con la mediadora, pero rechazan personalizarlo en ella, aunque aducen no tener ningn motivo para confiar en estas figuras.
A la experiencia se remiten, pues Elix tambin adquiri el bloque de Galileo, 22 (Chamber), donde denunciaron un conato de allanamiento de morada. Intentaron entrar en una vivienda, pero la vecina estaba dentro y lo pudo frenar. Luego se adujo que se trataba de un error, pero la realidad es la que es. Tambin relatan que otra prctica habitual es introducir personas afines a la propiedad en los pisos vacos o con el pretexto de estar contratadas, como electricistas o portero, con el objetivo de generar conflictos, crispar el entorno vecinal, alguna amenaza verbal, producir desperfectos y mucho ruido….
Desde Elix defienden que son una compaa de marcado carcter industrial, con ms de 20 aos de experiencia en los que ha gestionado ms de 2.000 viviendas de 100 edificios sin haber tenido conflicto alguno. Confirman que an no son los propietarios de Tribulete, 7, aunque s admiten que la compaa ha mostrado inters en la compra del edificio, pues su objetivo es mejorar el parque de vivienda existente y no incluye vivienda de lujo ni turstica. Adems, aseveran: Elix reafirma su inters y compromiso inequvoco en buscar la mejor solucin posible para los inquilinos, como siempre ha hecho y demuestra su trayectoria en el trato con inquilinos. La disposicin de Elix al dilogo es total.
La protesta salta a la poltica
La primera protesta se produjo despus de que Tribulete, 7 se enterase por la prensa de la intencin de compra de su edificio, junto a otros tres en Tetun, Ciudad Lineal y Barcelona, por parte de Elix Rental Housing SOCIMI II. El fondo est coadministrado por la gestora inmobiliaria Elix, con Teresa Marzo al frente, y por AltamarCAM, firma de inversin de activos privados, dirigida por Claudio Aguirre, familiar de Esperanza Aguirre, y Jos Luis Molina, que trabaj para Lehman Brothers ms de 10 aos.
An no se ha aprobado la adquisicin del inmueble, propiedad de cuatro hermanos, en la junta de accionistas prevista para el martes, pero el vecindario afirma que ya se estn cambiando las cerraduras del bloque y colocando alarmas. Se quejan: Qu Madrid queremos? El de vecinos que trabajan, se saludan y compran en la esquina o el de slo turistas?.
Al caso tambin se refiri ayer la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, que denunci el modelo de chanchullo especulativo instalado en Madrid y pidi a la Comunidad que aplique la Ley de vivienda estatal. Mientras que Rita Maestre, de Ms Madrid, propuso la pasada semana que el Consistorio comprase Tribulete, como ya se hizo en pocas previas con otros inmuebles.