Al atardecer es cuando resulta más sencillo saber si hay alguien en casa o no. Los ladrones lo saben bien. Cuando el sol cae y las luces de la cocina, las habitaciones y el salón se encienden, se puede saber el nivel de riesgo que existe. Esta era una de las consignas para actuar de un grupo criminal itinerante de tres hombres que en apenas dos meses asaltaron 41 chalets en 10 municipios de Madrid, algunos de ellos los que tienen mayor renta per cápita de España. La actuación de algunos de los vecinos alertando a la Guardia Civil de movimientos sospechosos en sus urbanizaciones fue crucial para obtener datos de los asaltantes.
Anillos, colgantes, bolsos, móviles, perfumes, brazaletes, zapatillas. Todo cabía en el botín de este grupo criminal procedente de Rumanía que se dedicaba a “hacer campaña” durante un periodo muy corto de tiempo en diferentes puntos para dar todos los golpes posibles. “La dificultad de esta investigación ha radicado en la voracidad con la que actúaban. Sabíamos que iban a hacer mucho en poco tiempo y luego iban a desaparecer, asi que los tiempos de investigación se aceleraron”, ha explicado este jueves en una rueda de prensa el capitán Berrocal, de la Comandancia de Madrid.
Uno de los integrantes de la banda había llegado a finales del año pasado a España y había reclutado a los otros dos miembros, a los que conocía previamente por vínculos familiares. Los que estaban asentados en Madrid fueron los que proporcionaron los vehículos con los que perpetraban los robos, que estaban a nombre de un tercero, para evitar la identificación. A pesar de ello, la alerta de varios vecinos que observaron movimientos extraños alrededor de sus casas, aportaron grabaciones y dieron su testimonio fueron fundamentales para la resolución de la investigación.
Los asaltos comenzaron el noviembre, la banda hizo un alto en las fechas navideñas y retomó su actividad en enero. “Sabemos que todos los delitos que afectan a la intimidad que supone entrar en una vivienda preocupa a la ciudadanía”, ha apuntado el general Fernando Mora. La banda evitaba el contacto con los moradores, pero en alguno de los robos, llegó a penetrar en la planta superior de las viviendas, robar las pertenencias y marchare mientras los residentes se encontraban en la planta inferior. Llegaron a perpetrar hasta cinco robos en un día.
El grupo criminal actuó en Boadilla del Monte, Villaviciosa de Odón, Villanueva de la Cañada, Sevilla la Nueva, Chapinería, Valdemorillo, Navalgamella, Valdetorres del Jarama, Paracuellos del Jarama y Valdeolmos-Alalpardo.
Esta investigación se enmarca dentro del plan Hábitat, centrado en esclarecer robos con fuerza en domicilios y que en todo 2024 permitió desmantelar “11 grupos de carácter itinerarnte y la detención de 45 personas”, como ha recordado el delegado del Gobierno, Francisco Martín. La investigación ha permitido recuperar numerosas joyas, asícomo 9.000 euros en metálico. La cantidad de pruebas recopiladas ha permitido el ingreso de los tres detenidos en prisión.
