A las puertas de una nueva ola de calor-y después de anunciar la intención de habilitar 194 zonas de sombra desde este año y hasta 2027- el Ayuntamiento de Barcelona ha mostrado este viernes que estos toldos colocados en parques y escuelas pueden bajar la temperatura entre tres y cuatro grados. La capital catalana ha empezado a medir el impacto de estas sombras artificiales y no solo han comprobado un descenso de las temperaturas en estas zonas sino que en algunos materiales, en el caso de bancos y toboganes, el descenso de temperaturas puede llegar a 15 grados menos.
El proyecto, impulsado por el Ayuntamiento, forma parte del Pla Clima, la estrategia barcelonesa para adaptarse a los efectos del cambio climáticos. Los técnicos municipales están monitoreando hasta 30 zonas de sombra donde miden la temperatura, humedad, radicación solar, velocidad del viento y temperaturas de superficie.
La primera teniente de alcalde, Laia Bonet, ha asistido, este viernes, a la sesión de medida de variables térmicas que se ha efectuado en los jardines de la Industria de la capital catalana. “Solo ponemos sombras donde no podemos poner árboles. Pero no solo ponemos toldos, sino que monitorizamos las zonas para mejorar el confort térmico. Testamos cómo impacta el hecho de que existan estás sombras respecto a la temperatura real”, ha explicado. Bonet se ha felicitado por que los primeros datos marcan que las sombras reducen entre tres y cuatro grados la temperatura. “Es una diferencia que a veces marca que puedas estar en el espacio público o no puedas estar”, ha subrayado la primera teniente de alcalde.

Uno de los técnicos que trabaja en la Oficina del Cambio Climático del Ayuntamiento de Barcelona es Juan Manuel González, responsable de las mediciones. González ha ido mostrando los diferentes artilugios que utiliza para comprobar las temperaturas de estas zonas. Entre ellos se encontraba el termómetro de globo negro que mide la temperatura radiante y sirve para estimar el estrés térmico, anemómetros para medir la velocidad del viento y pirinómetros que comprueban como afecta la radiación solar. “Con todos ellos conseguimos que nos de un índice del confort térmico existente. Medimos la temperatura del aire, los rayos ultravioletas y la irradiación solar directa y la reflectancia de los materiales”, ha contestado. El técnico mantiene que a finales de octubre acabarán de redactarse el estudio con el que se tomarán decisiones sobre cuales son los mejores toldos y los mejores materiales para combatir las altas temperaturas.
El Consistorio prevé instalar hasta 194 zonas de sombra antes de que acabe el mandato. Solo este año se pondrán en marcha 84 nuevos espacios, con una inversión total de 13 millones de euros y más de 50.000 metros cuadrados ganados al sol, mediante estructuras permanentes o temporales donde no sea viable plantar árboles. Además, dentro del Plan Clima, el Consistorio mantiene que la red de refugios climáticos se ha reforzado con más de 400 puntos repartidos por Barcelona. Según el Ayuntamiento, más del 90% de la población tiene uno de estos espacios a menos de diez minutos.
Bonet asegura que, con los datos obtenidos del informe, el Ayuntamiento afinará qué soluciones son más efectivas para proteger a la población del calor extremo y orientar mejor las inversiones en un contexto de veranos cada vez más cálidos.
Los socorristas mantienen la huelga pese a la «preocupación» del Ayuntamiento
La primera teniente de alcalde de Barcelona, Laia Bonet, ha expresado la sorpresa y «preocupación» del consistorio ante la decisión de los socorristas de la ciudad de seguir con la huelga indefinida iniciada el viernes pasado. En declaraciones a los medios este viernes, ha lamentado la decisión de los trabajadores de no ratificar el que considera un «buen preacuerdo», surgido de la mediación con la Generalitat este miércoles.
«Estamos hablando de un servicio crítico en el momento más crítico del año y esperamos que todos seamos conscientes de lo que esto significa»,
ha sostenido Bonet. Ha asegurado que el Ayuntamiento pedirá una nueva reunión de mediación para tratar de alcanzar un acuerdo «para poder cerrar esta situación que la ciudad no merece», y ha apelado a la responsabilidad de todas las partes.
Finalmente, ha reivindicado que los esfuerzos que realiza el consistorio para con el servicio de socorrismo son «incomparablemente mayores que en cualquier otra población», y ha recordado que hace un año se aprobó un nuevo contrato incluyendo las demandas del sector.