Sin necesidad de teletransportación, con solo acercarse a la playa de San Sebastián en el corto trayecto del bus náutico que une las Drassanes con el Moll de Llevant, los barceloneses o visitantes pueden sentirse en un ambiente que recuerda a la isla griega de Mikonos. Esa es la atmósfera de lujo, descanso, entretenimiento y gastronomía que recrea el Bastian Beach, el nuevo establecimiento que acaba de abrir el grupo de ocio nocturno y restauración Costa Este, propiedad de los hermanos Ramón y Javier Bordas, tras una inversión de 15 millones de euros a partir de una concesión del Club Natación Barcelona (CNB).
El complejo Bastian tiene 5.000 metros cuadrados, entre el restaurante, la terraza y el área de piscinas rodeada de tumbonas, sofás, camas balinesas e incluso unas singulares cabañas para ocho personas. Se trata del primer beach club de Barcelona y por eso muchos hoteles de categoría situados en el centro de la ciudad ya han empezado a realizar reservas para su clientela. También Bastian va a ser un codiciado lugar donde contemplar las regatas de la Copa América de Vela, puesto que frente a sus instalaciones es donde se dará la salida de las competiciones. Y, curiosamente, la llegada se realizará frente a Opium, otro de los iconos del grupo Costa Este.
El restaurante, incluyendo la terraza y su interior, tiene capacidad para 400 comensales y el acceso al beach club se realiza abonando un mínimo de 50 euros en consumiciones, mientras las camas balinesas cuestan 200 euros que se adelantan pero que se pueden utilizar para consumiciones, y las cabañas con sus sofás para ocho personas cuestan mil euros que también son consumibles en bebidas y comida. Los precios se doblan los fines de semana.
En los pisos superiores al restaurante de Bastian se trabaja estos días contra el reloj para tenerlos a disposición de las compañías que van a alquilar estas posiciones privilegiadas para la celebración de eventos, puesto que se trasnformarán en tribunas del campo de regatas de la Copa América. En el segundo piso habrá otro restaurante y coronará el edificio una terraza que también será otro de los lugares más deseados de Barcelona hasta octubre, cuando concluyan las regatas.
Emulando los principales clubes de Saint Tropez, Ibiza o Mikonos, Bastian cuenta con una gran piscina y un ‘lounge’ rodeado de sofás y camas balinesas circulares, con dos arcos de donde penden equipos de sonido y de iluminación propios de discotecas, pero al aire libre y frente al mar, con una decoración de estilo mediterráneo donde dominan los colores tierra, crema y la madera. El acceso al beach club y al restaurante es independiente y el restaurante consta de dos plataformas, la interior, pero abierta a una gran barra, y la terraza con vistas al beach club y a la playa.
El nombre de Bastian es un homenaje a la playa de la San Sebastián, donde los barceloneses comenzaron a disfrutar de los baños de mar hace doscientos años, cuando comenzó a ser una expresión de lujo, descanso y entretenimiento, que ahora unida a la gastronomía, constituyen los cuatro esquinas del cuadrado virtuoso que han creado los Bordas. Costa Este gestiona 15 establecimientos en Barcelona, Madrid y Marbella, emplea a más de un millar de trabajadores, a los que se suma 300 en Bastian, y en el año 2022 el grupo facturó más de 80 millones de euros,
