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BBVA da un paso más en su objetivo de fusionarse con Banco Sabadell. En una carta dirigida al consejo de administración del banco presidido por Josep Oliu, el equipo directivo de BBVA propone una fusión por absorción de Banco Sabadell con un canje de 1 acción de nueva emisión de BBVA por cada 4,83 acciones de Banco Sabadell, asumiendo que no se realizarían repartos de dividendos, reservas o cualesquiera otras distribuciones por parte de ninguna de las sociedades a sus respectivos accionistas. Además, ofrece tres puestos en el consejo del banco fusionado, uno de los cuales será vicepresidente. Ahora bien, sin funciones ejecutivas.
Una de las sedes operativas de la nueva entidad estaría en Cataluña. Y es en este punto donde el banco de origen vasco se para a explicar su propuesta. «BBVA resalta su total compromiso con Cataluña, un mercado clave para ambas entidades. Desde una posición de mayor fortaleza, la entidad fusionada intensificaría su apoyo al tejido empresarial, cultural, científico y social de Cataluña, a través de la actividad bancaria y de las respectivas fundaciones.
El nuevo banco tendría una doble sede operativa en España, una de ellas en el centro corporativo de Banco Sabadell en Sant Cugat, y «reforzaría el papel de Barcelona como ‘hub’ europeo para las empresas más innovadoras y disruptivas del mundo», reza la carta enviada a la CNMV.
Más de 12.000 millones
Con la propuesta de este canje de acciones, BBVA está dispuesto a pagar una prima del 30% sobre el cierre del 29 de abril (antes de conocerse la noticia); del 42% sobre las cotizaciones medias ponderadas del último mes; o del 50% sobre las cotizaciones medias ponderadas de los últimos tres meses. Tras la fusión, los accionistas de Sabadell tendrían un 16,0% de participación de la entidad resultante.
Es decir, supone valorar a Banco Sabadell en más de 12.000 millones. Hay que recordar que hace algo más de tres años, se rechazó la fusión cuando Sabadell cotizaba en 2.500 millones. Tras este intercambio, se produciría la extinción mediante disolución sin liquidación del Sabadell y la transmisión en bloque de todo su patrimonio a la sociedad absorbente, que asumirá todos sus derechos y obligaciones.
BBVA ha dicho que la fusión propuesta supondría una clara generación de valor para sus accionistas. Según sus estimaciones, esta transacción es positiva en beneficio por acción (BPA) desde el primer año tras la fusión, alcanzando una mejora de aproximadamente el 3,5% una vez se produzcan los ahorros asociados a la fusión, que se estiman en aproximadamente 850 millones de euros antes de impuestos. Adicionalmente, el valor en libros tangible por acción aumentaría en torno al 1% en la fecha de la fusión. La operación ofrecería un «elevado retorno de la inversión» (ROIC3 cercano al 20% para los accionistas de BBVA). Todo ello con un impacto en el CET1 de aproximadamente -30 puntos básicos en el momento de la fusión, al tiempo BBVA mantiene la política de remuneración a su accionista.
Un proyecto industrial más atractivo
BBVA ofrece a Sabadell la vicepresidencia de la nueva entidad y tres puestos en el consejo de administración, según se detalla en la carta, que ha sido remitida esta mañana a la CNMV. Eso sí, serían consejeros no ejecutivos, que saldrían del consejo actual del Sabadell. En la misma, BBVA presenta el proyecto de integración como una oportunidad para crear el «proyecto industrial más atractivo de la banca europea, con la creación de uno de los líderes europeos con mayor capacidad para apoyar a la sociedad en su proceso de transformación, innovación y descarbonización de la economía».
La nueva entidad contaría con más de un billón de euros en activos y más de 100 millones de clientes, una escala que «permitiría afrontar en mejores condiciones los retos estructurales del sector y llegar a un mayor número de clientes, abordando de forma eficiente las inversiones en transformación digital. La entidad combinada sería más sólida y eficiente, y un referente en el mercado por volumen de activos, créditos y depósitos», se indica en la misiva. La propuesta de BBVA contempla que la nueva entidad utilice su propia marca, aunque contempla el uso conjunto de esta con la marca de Sabadell «en aquellas regiones o negocios en las que pueda tener un interés comercial relevante». De hecho, hay mención para Cataluña, donde ambos bancos tienen una presencia fuerte.
El documento también insiste en el encaje de los dos bancos por su complementariedad: «Banco Sabadell es el referente en España en el segmento de empresas y, al igual que BBVA, tiene un claro liderazgo en digitalización y sostenibilidad. Además, su presencia en Reino Unido se sumaría a la escala global de BBVA y su liderazgo en México, Turquía y América del Sur. Por todo ello la entidad fusionada sería el mejor socio financiero de familias y empresas, con una mejor oferta de productos y cobertura de clientes, y una mayor capacidad de acompañar a las empresas en su expansión internacional.« »Los términos contenidos en esta propuesta cuentan con la aprobación del consejo de administración de BBVA, por lo que estamos preparados para avanzar de inmediato en la operación«, afirma el banco.
A la espera de una respuesta
El BBVA reclama a la entidad presidida por Josep Oliu que le remita «su valoración sobre la misma a la mayor brevedad posible» para «poder presentar sin dilación un proyecto común de fusión» a ambos consejos de administración. La fusión quedaría sujeta a la obtención de las correspondientes autorizaciones o declaraciones de no oposición pertinentes de los supervisores competentes (en particular, la autorización de la persona titular del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa) y de las autoridades de defensa de la competencia con jurisdicción (en particular, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia).
Precisamente, el Gobierno ha apuntado hoy que estará vigilante en la operación. Desde el ministerio que dirige Carlos Cuerpo apuntan que la fusión deberá respetar el principio de competencia y mantener los avances logrados en los últimos años en materia de «inclusión financiera». Fuentes de Economía resaltan la importancia de mantener un sector financiero «competitivo» y hacen hincapié en que actualmente el sector está «saneado» y es «solvente».
Aunque desde el Ejecutivo se reclama «prudencia» pues por ahora se está hablando sólo de un anuncio de esa eventual fusión, las mismas fuentes garantizan que la operación se someterá a estudio «por los canales adecuados».