Washington. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró la creación de un nuevo plan para regularizar a más de medio millón de migrantes indocumentados y señaló que se trata de una medida de “sentido común”.
“No estoy interesado en hacer de la inmigración y de la frontera un juego político”, aseguró en un evento en la Casa Blanca al que acudieron legisladores, funcionarios y activistas en pro de los derechos de los migrantes.
La medida, anunciada por la Casa Blanca por la mañana, permite que los migrantes que no tienen un estatus legal en EE.UU. y están casados con estadounidenses puedan iniciar el proceso para obtener un permiso de residencia sin tener que salir del país.
El nuevo alivio migratorio es uno de los más importantes desde que la Administración de Barack Obama creó en 2012 el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés).
El discurso de Biden tuvo lugar, precisamente, en un evento para celebrar los 12 años de DACA, que ha permitido a más de 800,000 personas obtener un permiso de trabajo y estar protegidas frente a la deportación.
Durante su intervención, el presidente retomó la retórica pro-inmigrante que ayudó a auparlo a la presidencia, matizada bajo una defensa de las restricciones al asilo en la frontera con México que promulgó hacer dos semanas.
Se defiende
El mandatario se defendió ante las críticas a sus políticas de mano dura con la migración desde territorio mexicano, que han provenido de organizaciones como la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y Amnistía Internacional y del sector más progresista de su propio partido. “Me rehúso a creer que para seguir (…) abrazando la migración hay que renunciar a tener una frontera segura”, dijo.
“La buena fe de los estadounidenses
Biden reconoció además que “la buena fe de los estadounidenses está siendo puesta a prueba por sus miedos sobre la frontera”.
“No entienden mucho” de lo que sucede en esa región, subrayó acusando al expresidente Donald Trump (2017-2021) de estar capitalizando esos “miedos” para promover una retórica xenófoba.