Decenas de personas han secundado este martes la concentración “por la libertad” y “contra los ataques a la memoria democrática” convocada por la Plataforma per la Tolerància en Burriana (Castellón). Un acto “totalmente civil” y de repulsa por la decisión del edil de Cultura, Jesús Albiol, de Vox, de retirar una placa en memoria de las víctimas del franquismo de un antiguo convento habilitado como cárcel tras la guerra civil.
Para la plataforma, la decisión del edil de Vox ante la que, de momento, el PP no ha hecho nada, es especialmente grave al vulnerar la ley de Memoria Democrática. Así, urgen a la restitución de la placa “en el exterior del mismo espacio y mucho más visible” y el cese del edil “si no la devuelve bien pronto”.
Durante la concentración se ha leído un manifiesto en el que se ha lamentado que en Burriana “nos estén robando la memoria, el derecho a nuestra lengua y a una educación basada en el respeto a todas las personas”, en alusión, dicen, a la “política retrógrada, de odio, rencor y reduccionismo ideológico” liderada por el concejal, responsable también de vetar en la biblioteca varias revistas en catalán por considerarlas “promotoras del separatismo” y libros de temática LGTBI para “proteger a los menores de contenidos pornográficos y escandalosos”.
Se une ahora la retirada de la placa. Instalada en 2016 por el anterior ejecutivo local, gobernado en coalición por PSPV y Compromís, en el Convento de la Mercé, y a instancias de la reivindicación promovida por el colectivo La Escletxa, integrado en la Plataforma per la Tolerància, va dirigida a la “memòria de les dones i els homes que van patir persecució franquista per buscar la llibertat”.
Entre 1939 y 1942, este espacio “insalubre y deteriorado” fue habilitado como prisión para descongestionar la cárcel de Castellón, explican desde el Grup per la Recerca de la Memòria Històrica (GRMH). Acogió a 3.668 reclusos (271 mujeres y 3.397 hombres). Cifras recogidas en la placa que cuestiona Albiol. Afirma que, además hacer “un uso político de las víctimas de la guerra civil, señalando a los buenos y a los malos”, existen “errores”, sin aclarar cuáles, y justifica en ellos la retirada del homenaje, que reubicará “en otro lugar” y “con los datos reales históricos, contrastados e investigados por el técnico del museo municipal sobre lo ocurrido ahí desde que ese edificio existe”.
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El PP, al frente de la alcaldía, ha criticado la unilateralidad de la decisión de su socio de gobierno, que tilda de “desafortunada”, aunque supedita su respuesta política ante los hechos a los resultados que arroje el informe que encargará, una vez concluyan las fiestas de las fallas, al arqueólogo municipal para cotejar los errores que cita Albiol.
Desde el GRMH inciden: “Está todo absolutamente documentado”. “En 2008 tuvimos acceso al archivo de la cárcel de Castellón y, además de los expedientes de todos los presos de la provincia, encontramos el libro de altas y bajas de la prisión de la Mercé, donde sale el nombre de cada persona reclusa, su apodo, domicilio, fecha de nacimiento, edad, profesión y qué fue de ellas. A partir de ese documento se hizo la placa. No nos inventamos nada”, explica Teresa Armengot, profesora jubilada de Historia en Burriana e integrante del colectivo memorialista.
Bajo el lema Contra los ataques a la libertad y la memoria democrática. Contra los ataques del fascismo, los manifestantes han reivindicado la restitución del homenaje: “Queremos una placa digna, visible, que se ubique en el exterior del edificio, y no el claustro como hasta ahora, en memoria de quienes mataron y torturaron allí dentro”, ha señalado Vicent Aleixandre, de la Plataforma per la Tolerància. De no ser así, reclaman al alcalde, el popular Jorge Monferrer, que “destituya inmediatamente al concejal de Vox por su ataque deliberado contra la ley, la democracia y la libertad”.
Durante la protesta, han recordado al edil de la formación ultra que las leyes “están para cumplirse, también las que no le gustan, como la Ley 20/2022 de Memoria Democrática, que él ha violado, lo que constituye una falta muy grave”.
“La concentración es también un tirón de orejas a la sociedad, al pueblo: si no nos movemos, nos exponemos a esto. Albiol no va a cesar”, señalan desde la plataforma, en alusión a las acciones de “provocación y menosprecio a los valores democráticos que de manera insistente está protagonizando”.
Pocas horas antes de la protesta, la policía local de Burriana retiró las pancartas colgadas en la fachada del mercado anunciando la convocatoria. “Solo quitó los carteles de contenido político, con el único objetivo de silenciar la concentración. Los de la churrería y las clases de repaso siguen pegados”, denuncian desde la plataforma.
