Un acontecimiento histórico como la Gran Procesión del Jubileo de las Cofradías bien merece su propia banda sonora oficial. La hermandad de la Esperanza de Málaga ha querido inmortalizar de forma musical la participación de su dolorosa en la procesión por las calles de … Roma con una marcha que encargó hace meses a David Hurtado y que este ha titulado ‘Cae la primavera por su espalda’.
El sevillano vive su momento más dulce a nivel compositivo, ya que, una década después del estreno de la marcha con la que dio la vuelta al mundo de la música procesional, ‘Como Tú, ninguna’, sus obras van poblando los repertorios de cada vez más bandas y son numerosos los encargos que tiene para las cofradías más destacadas de la geografía andaluza, como la marcha que acaba de estrenar para otra Esperanza, la de Huelva: ‘Así en los mares como en el cielo’.
En el caso concreto de ‘Cae la primavera por su espalda’, se trata de una marcha de procesión de corte alegre y triunfal, acorde al acontecimiento para el que se ha compuesto. Aún no ha visto la luz, puesto que se estrenará durante la Gran Procesión que estará presidida por el Cachorro y la Virgen de la Esperanza.
Sonará en algún punto del discurrir de la venerada dolorosa por el emblemático entorno del Coliseo y los foros imperiales, cuando la propia banda de música de la Archicofradía de la Esperanza de Málaga la interpretará por primera vez, de forma que la escucharán en primicia los asistentes a tan singular evento.
Un soneto musicalizado
David Hurtado destaca que esta obra es la musicalización de un célebre soneto de Alfonso Canales dedicado en 1996 a la Virgen bajo el título ‘Un jardín se echa a andar’. De hecho, el nombre de la marcha procede del último verso del poema. La intención del autor es trasladar al pentagrama el texto de Canales, toda una suerte de elogio a la alegría que desprende la Esperanza, personificando en ella la vida que surge con la llegada de la primavera y la Pascua.
La letra del soneto en cuestión dice lo siguiente:
Un jardín se echa a andar calle adelante,
Un día que en la noche desemboca,
Alba con prisa, sol que se equivoca
Y confunde poniente con levante.
Un hágase la luz en un instante,
Una alegría que al dolor sofoca,
Un cántico de gloria que no hay boca
Ni garganta ni pecho que lo cante.
Parece que la pena es un pasado
Que de pronto se viste de esmeralda,
Tal si estuviese Dios resucitado.
Cunde el romero ya bajo su falda,
Todo el invierno al fin se ha consumado
Y cae la primavera por su espalda.
