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En Sevilla, el Instituto Anatómico Forense va a centrar nuestras miradas en función de los testimonios que atestiguan que, en su interior, ocurren hechos extraños. Durante las últimas décadas, este edificio ha sido escenario de una serie de sucesos inexplicables que han dejado atónitos tanto a empleados como a investigadores. Desde cámaras frigoríficas que se abren solas hasta apariciones de figuras vestidas de otra época, el Instituto Anatómico Forense se ha convertido en un foco de interés para quienes buscan entender lo sobrenatural.
Una rutina perturbada por lo inexplicable
Los relatos comenzaron a multiplicarse entre el personal del instituto, especialmente entre los empleados que trabajan en turnos nocturnos o limpieza y seguridad. Uno de los incidentes más frecuentes involucra las cámaras frigoríficas. Diseñadas para permanecer herméticamente cerradas, estas puertas parecen abrirse solas en plena noche. Un empleado –cuya identidad vamos a mantener en la confidencialidad- nos quiso hacer partícipes de su experiencia:
«Era pasada la medianoche cuando escuché un sonido metálico en el área de las cámaras. Fui a revisar pensando que se trataba de un fallo mecánico, pero al llegar, una de las puertas estaba completamente abierta. Revisé el cierre y estaba intacto. Esa noche me costó seguir trabajando máxime cuando al rato sucedió lo mismo y había tres cámaras abiertas y abrir una de estas no es sencillo», confesaba.
Aunque se realizaron inspecciones exhaustivas, los sistemas no presentaron fallos. El personal técnico no encontró problemas estructurales que pudieran justificar estos hechos que resultan muy sorprendentes.
El hombre del bombín
Uno de los episodios más extraños ocurrió una tarde de invierno, cuando dos empleados de limpieza tuvieron un encuentro desconcertante. Ellos dos estaban realizando sus labores cuando un hombre elegantemente vestido, con un bombín y una pipa, cruzó el pasillo.
F. L. relata: «Era un señor muy distinguido, con un porte que ya no se ve hoy en día. Nos saludó con un ‘buenas tardes’, y nosotros le respondimos por inercia. No vimos nada extraño salvo la indumentaria que parecía de otra época, hasta que el guardia de seguridad entró minutos después diciendo que iba a cerrar el edificio porque ya no quedaba nadie. Cuando le contamos que había entrado un señor muy elegante, se quedó blanco. Revisó las cámaras de seguridad y no había ninguna imagen de esa persona».
Días después, mientras realizaban la limpieza de una sala de documentos, encontraron un libro antiguo sobre una mesa. A. P., intrigado, lo abrió y quedó petrificado al encontrar la fotografía de un hombre. Era el mismo que habían visto días antes. Según el texto, el hombre había fallecido en circunstancias trágicas.
Puertas que se abren y voces en la oscuridad
Los sucesos no terminan ahí. Otros empleados han reportado que puertas que deberían estar cerradas de golpe se abren sin explicación. Este nos cuenta:
«Una noche me quedé hasta tarde organizando unos expedientes. Las puertas de mi oficina están siempre cerradas por el aire acondicionado, pero de repente escuché el chirrido característico de una puerta abriéndose. Pensé que era el guardia, pero al asomarme no había nadie. Cuando volvió a ocurrir por tercera vez, decidí irme a casa.»
Además se han registrado psicofonías en el edificio. Entre susurros y frases incompletas, destacan algunas como «No te vayas» y «Aquí estoy». Estas grabaciones han sido analizadas sin que se haya encontrado una explicación racional.
El Instituto Anatómico Forense no es un lugar cualquiera. Desde su fundación, ha sido escenario de autopsias, investigaciones criminales y análisis forenses que han dejado su huella. Se dice que los lugares relacionados con la muerte suelen acumular una energía peculiar, y este edificio parece no ser la excepción. Investigadores apuntan que el terreno donde se encuentra construido el instituto podría tener relación con los muertos e, incluso, con otros hechos no clarificados.
Testimonios de expertos
Para arrojar luz sobre estos eventos, el equipo del investigador paranormal José Luis García afirma: «El Instituto Anatómico Forense tiene una concentración inusual de fenómenos que desafían la explicación racional. Hemos registrado fluctuaciones electromagnéticas, cambios bruscos de temperatura y psicofonías que parecen tener un origen inteligente. Todo indica que este lugar guarda memorias o energías que de alguna manera permanecen activas.»
Por su parte, el abogado Pedro P. Jiménez sugiere que parte de los fenómenos podrían ser atribuibles al factor psicológico: «El ambiente de un lugar como este puede influir en la percepción de las personas. La sugestión, combinada con las historias que circulan, podría explicar algunos de los eventos. Sin embargo, hay testimonios que resultan difíciles de descartar.»
El Instituto Anatómico Forense de Sevilla se ha convertido en un lugar donde la ciencia y lo paranormal parecen convivir. Mientras algunos consideran los relatos como simples coincidencias o productos de la imaginación, otros están convencidos de que hay algo más profundo ocurriendo entre sus muros. Lo cierto es que los testimonios continúan acumulándose, y el misterio persiste, alimentando la fascinación por lo desconocido.
¿Es este un caso más de sugestión colectiva, o realmente hay fuerzas invisibles que actúan en este histórico edificio? Por ahora, el Instituto Anatómico Forense sigue siendo un lugar tan inquietante como intrigante, donde cada paso puede llevar a un encuentro con lo inexplicable.
**Si has vivido alguna experiencia extraña no dudes en escribirnos y contárnosla a contacto@josemanuelgarciabautista.net
