El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha presentado este lunes la estrategia de reindustrialización para los próximos cuatro años que “contará con 2.000 millones de euros de los presupuestos de la Generalitat que propiciarán una inversión privada inducida de más de 10.000 millones de euros”, según ha dicho. El fin último de esta estrategia es “aumentar el peso de la industria en nuestro Producto Interior Bruto del 14,8% al 20%”, tal como ha anunciado.
El documento recoge las conclusiones de 22 mesas sectoriales, encuestas a las empresas, numerosas reuniones y comunicaciones de las que se ha destacado, como debilidad del territorio, un descenso de empresas en sectores industriales clave como la fabricación de muebles, productos minerales no metálicos, productos metálicos, cuero y calzado. El estudio considera que esta reducción puede “debilitar la estructura industrial y afectar la diversidad económica de la región”.
También se ha detectado la necesidad de disponer de suelo industrial adecuadamente equipado, por lo que Mazón ha anunciado la creación del Hub de Impulso de Suelo Industrial para incrementar en “hasta 10 millones de metros cuadrados el suelo industrial en los próximos seis años”. Este Hub, que contará con personal especializado y presupuesto específico, trabajará en estrecha colaboración con la Oficina Valenciana de Inversiones para facilitar la “captación de inversión”.
Entre las debilidades se expone además el hecho de que la industria de la Comunidad Valenciana presente una marcada dependencia de sectores que son intensivos en la emisión de gases de efecto invernadero; tiene una productividad inferior a la media española y una inversión en I+D sigue inferior a la media estatal.
Para alcanzar nuevos retos, Mazón ha avanzado que en los próximos días va a conceder 48,5 millones de euros a 787 pymes industriales “para que inviertan en activos materiales e inmateriales y modernicen sus líneas de producción”. Esta ayuda supondrá una inversión total para las empresas de 166,5 millones de euros y favorecerá “el mantenimiento de más de 22.000 empleos”.
Entre las fortalezas del sector industrial, el plan destaca que la Comunidad Valenciana se distingue “por la presencia de una amplia variedad de sectores industriales, lo que contribuye a su resiliencia económica y fortalece la capacidad de la región para resistir impactos económicos adversos”. También apunta a que se distingue por contar con una sólida red de centros de innovación y tecnología que brindan apoyo y recursos a las empresas industriales.
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Otro de los ejes de esta estrategia es el desarrollo de infraestructuras estrategias para mejorar las áreas industriales. Así, ha hecho referencia al Eje de la Cerámica de Castellón, la Autovía de la Vega Baja o la estación intermodal de Sagunto, al tiempo que ha reclamado al Gobierno central que “cumpla su parte con el Corredor Mediterráneo, la ampliación del Puerto de Valencia y de los aeropuertos de Alicante-Elche y Manises”.
Por otro lado, el presidente ha explicado que la estrategia contempla medidas para “alcanzar la soberanía energética en nuestro territorio”. Con ese objetivo, trabaja en la presentación de un plan director que integrará bajo una coordinación única todos los planes de acción, “con especial atención en el hidrógeno verde, el biogás y la energía solar y eólica”. El jefe del Consell se ha marcado como primeros objetivos “conseguir los 6.000 megavatios de potencia fotovoltaica y los 4.000 de energía eólica”.