Volvió a la senda de las victorias en LaLiga el Real Betis en la visita a uno de sus rivales directos en la lucha por las posiciones europeas, el Villarreal CF, en un partido marcado por la polémica expulsión del Chimy Ávila en el minuto 34 del encuentro, justo después del gol de Vitor Roque, y que provocó las quejas de jugadores y Pellegrini. También ha elevado la voz el club con las declaraciones del presidente Ángel Haro, que tildó el arbitraje de Cuadra Fernández en el campo y de Pizarro Gómez en el VAR como «grosero» y un «insulto al beticismo».
Después de tres empates, contra el Athletic, el Celta y el Barcelona, y dos derrotas, ante el Valencia y la Real Sociedad, en el campeonato liguero, volvió a ganar cuando más lo necesitaba el equipo de Manuel Pellegrini, sobre todo tras el buen partido realizado ante el cuadro azulgrana ocho días antes en el Villamarín.
Pero la mala racha lejos de Heliópolis se alargaba demasiado. Y es que el último triunfo liguero del Betis como visitante fue en el 1-2 del 19 de octubre en El Sadar frente al Osasuna, es decir, casi dos meses después. Un encuentro respecto al de Villarreal que tiene varias similitudes.
La primera es el resultado, puesto que fue el mismo que el Betis cosechó en La Cerámica. También, que el goleador en el primer tanto heliopolitano fue el mismo, el brasileño Vitor Roque. ‘Tigrinho’ anotó en tierras castellonenses su cuarto gol en LaLiga esta temporada, sexto acumulando los dos tantos que marcó en la Copa del Rey frente al Gévora. Y también coincide entre el partido de Pamplona y el de Villarreal que el Betis acabó el choque en inferioridad numérica, aunque en este aspecto hay una gran diferencia. El Chimy fue injustamente expulsado por roja directa en el minuto 34 del partido, mientras que Natan vio la roja en tierras navarras en el descuento del partido.