Este jueves 30 de mayo, millones de fieles católicos en todo el mundo se reunieron para celebrar el Corpus Christi, una festividad que conmemora la presencia de Cristo en la Eucaristía. Desde las majestuosas catedrales hasta las humildes capillas de las comunidades locales, las celebraciones del Corpus Christi llenaron las calles con procesiones coloridas y actos de devoción.
En países como España, Panamá, Chile, Perú, Venezuela, Colombia y Ecuador, el Corpus Christi es más que una celebración religiosa; es un evento cultural arraigado en la identidad nacional. En España, por ejemplo, las calles se adornan con alfombras de flores y se organizan desfiles con música y bailes tradicionales.
En la ciudad italiana de Bolsena, donde ocurrió el famoso «milagro de Bolsena» en 1263, miles de peregrinos se congregaron en la Basílica de Santa Cristina para rendir homenaje a este evento milagroso, que según la tradición, confirmó la presencia real de Cristo en la Eucaristía.
En América Latina, las celebraciones del Corpus Christi son igualmente vibrantes. En Brasil, por ejemplo, las calles se llenan de coloridos tapetes de serrín y flores para la procesión del Santísimo Sacramento. En Colombia, se organizan ferias gastronómicas y desfiles folclóricos en honor a la festividad.
El Corpus Christi no solo es una ocasión para la reflexión espiritual, sino también un momento para la comunidad y la solidaridad. En todo el mundo, los fieles se unen para compartir la fe y la alegría de la presencia de Cristo en la Eucaristía, fortaleciendo así los lazos de fraternidad y amor entre las personas de diferentes culturas y tradiciones