Muchas veces el insomnio es síntoma de una mente inquieta o la expresión de hábitos inadecuados que alteran la calidad del descanso. Aprender a calmar la mente y detectar cuáles son los principales factores que nos afectan formará parte de un ritual sanador. El … sueño es el pilar invisible que sostiene nuestra salud mental, emocional y física. Hoy en día, la ciencia nos ha demostrado que es mucho más que un simple descanso; es un proceso esencial para nuestra mente y nuestro cuerpo. El sueño profundo y reparador es un proceso complejo en el que el cerebro organiza y procesa recuerdos, información y emociones. Es la etapa en la que el cerebro participa en la reparación y crecimiento celular, así como en la eliminación de toxinas acumuladas. Es durante el sueño cuando nuestras energías se renuevan. Sin embargo, la calidad del sueño puede verse afectada por múltiples factores internos y externos.
Algunas de las causas más comunes son el estrés y la ansiedad, la exposición a pantallas y la luz azul, los horarios irregulares del sueño, la alimentación inadecuada como el consumo de cafeína, alcohol o las comidas copiosas antes de dormir. Para mejorar la calidad del sueño, es clave identificar qué factores están afectando al descanso y hacer cambios en los hábitos diarios. Y como quiero ofrecerte herramientas para poder conseguir un sueño profundo y reparador, te comparto algunas respuestas a estos problemas.
Cómo aumentar la calidad del sueño
Herramientas para crear un buen hábito que facilite la conciliación y la calidad de nuestro sueño:
–Crea una rutina nocturna: tu cerebro funciona con ritmos y hábitos. Si cada noche sigues un ritual antes de ir a dormir, como leer, meditar o reducir la exposición a las pantallas, enviarás señales claras al cuerpo de que es momento de descansar.
–Regula la luz y la temperatura de tu habitación: es importante que cuides la exposición a la luz artificial antes de dormir puesto que puede inhibir la producción de melatonina. Por eso, ten presente disminuirla y crear un ambiente cálido y acogedor. Este simple gesto ayudará a que tu cuerpo se relaje de manera natural.
–Gestiona el estrés y la ansiedad: muchas veces, el insomnio es la voz de una mente inquieta. Apóyate en las técnicas que facilitan el proceso de calma y relajación, tales como la respiración profunda, la meditación o la escritura reflexiva. Seguro que pueden ayudarte a liberar pensamientos, evitando que la preocupación te desvele.
–Conectar con la calma interior: tu mente y tu cuerpo necesitan sentirse seguros para entregarse al descanso. En este punto, es donde la meditación juega un papel esencial al guiarte hacia un estado de relajación profunda que te permite soltar las tensiones del día y abrirte al descanso reparador.
Meditación para conseguir un sueño reparador.
Esta noche, antes de cerrar los ojos, regálate el permiso de descansar plenamente. Deja que la respiración se vuelva suave, que cada exhalación se lleve consigo el peso de día. Imagina que te sumerges en un océano de calma, donde cada célula de tu cuerpo se restaura con cada inhalación. Suéltate en él y permite que la noche haga su trabajo sanador. Y si quieres empezar a entrenarlo, te comparto una meditación guiada en la que te acompañaré durante siete minutos en este camino.
Ojalá te sea de utilidad y tengas una feliz noche.
Podemos encontrarnos cada domingo en ABC Bienestar (te pongo aquí el listado de las meditaciones guiadas). Además puedes saber más sobre mi trabajo en torno a los beneficios de la meditación en el libro ‘El poder sanador del silencio’ (Grijalbo) y en la cuenta de instagram: @belencolomina.