La pizza es uno de los platos que más gustan del mundo. Además es uno de los más versátiles, pero a veces por miedo, no nos atrevemos a elaborar nuestra propia masa en casa, y optamos por comprarla precocinada, pero aparte de ser mucho más calórica no está igual de buena. Por eso, hacer la masa casera es la mejor opción, se tarda menos tiempo del que crees, y si te ayudas de la thermomix no puede ser más sencillo. Ya que, esté robot de cocina facilita este proceso, garantizando la obtención de una masa con la textura perfecta con poco esfuerzo.
A continuación, te guiaré paso a paso para hacer una deliciosa masa de pizza utilizando tu thermomix. Con los ingredientes adecuados y siguiendo estos pasos, obtendrás una masa deliciosa que será la base perfecta para cualquier tipo de pizza que desees preparar. Ya sea que prefieras una pizza clásica margarita, una creativa combinación de ingredientes o una pizza dulce, la thermomix te ayudará a lograr una masa profesional en la comodidad de tu hogar.
Antes de comenzar, asegúrate de tener los siguientes ingredientes a mano: 200 gramos de agua, 50 gramos de aceite de oliva, virgen extra, 20 gramos de levadura prensada fresca (o un sobre de levadura de panadería deshidratada), 400 gramos de harina, (preferiblemente de fuerza) y una cucharadita de sal.
Receta
Para empezar la masa de nuestra pizza, incorporaremos primero los ingredientes líquidos, para ello vierte 200 gramos de agua y 50 gramos de aceite de oliva en el vaso de la thermomix. Programa 30 segundos a 37°C, a velocidad uno. Este paso es crucial para calentar los líquidos ligeramente, lo que ayudará a activar la levadura que agregaremos a continuación.
Después de añadir los 20 gramos de levadura prensada fresca o el sobre de levadura de panadería deshidratada a la mezcla de los ingredientes líquidos, se activa la thermomix durante 5 cinco segundos a velocidad cuatro. Si usas levadura de panadería deshidratada, añádela en este momento junto con la harina en el siguiente paso.
Más tarde, agregamos los ingredientes secos, es decir los 400 gramos de harina de fuerza y la cucharadita de sal y programamos un minuto en velocidad «espiga» con el vaso cerrado. Este proceso servirá para amasar la masa, así evitaremos perder tiempo haciéndolo con las manos, hasta que esta adquiera una textura homogénea y elástica.
Es muy importante que la masa repose, así que cuando la saques del vaso de la thermomix colócala en un recipiente ligeramente aceitado. Cubre la masa con un trapo de cocina y déjala reposar en un lugar cálido hasta que doble su volumen. Este proceso suele tardar como mínimo una media hora. Pero resulta imprescindible, si quieres conseguir una auténtica base de pizza al más puro estilo de las mammas italianas.
Mientras la masa reposa te recomendamos precalentar el horno a una temperatura de 250°C. Es importante que el horno esté bien caliente antes de introducir la pizza para obtener una base crujiente. Antes de introducir tu pizza en el horno, tendrás que engrasar una bandeja de horno con un poco de aceite. Y colocar la masa en la bandeja y extenderla con las manos aceitadas o con un rodillo hasta alcanzar el tamaño y grosor deseado. Si la masa se encoge al estirarla, déjala reposar unos minutos y vuelve a intentarlo.
Para finalizar, cubre la masa con los ingredientes que desees, pero siempre tendrás que poner salsa de tomate y mozzarella antes. Reduce la temperatura del horno a 225°C y hornea la pizza durante aproximadamente unos 20 minutos, o hasta que los bordes estén dorados y el queso derretido.
Recomendaciones
Por último, te damos una serie de recomendaciones para que el acabado sea perfecto. Utilizar harina de fuerza es ideal para obtener una masa elástica y fácil de trabajar. Si prefieres una masa más ligera, puedes usar una mezcla de harina de fuerza y harina todo uso. Puedes experimentar añadiendo hierbas secas o ajo en polvo a la masa para darle un toque extra de sabor. También puedes hacer mini pizzas si prefieres porciones individuales.
Dejar reposar la masa adecuadamente es crucial para desarrollar el gluten, lo que le da la estructura y textura deseada. Un reposo insuficiente puede estropear la masa y hacer que quede densa y sea difícil estirarla. No obstante, si te resulta complicado estirar la masa porque se encoje, prueba a dejarla reposar unos minutos más. El gluten necesita relajarse después del amasado para estirarse fácilmente.
También puedes estirar la masa con un poco de aceite o harina para evitar que se pegue. Además, puedes hacer la pizza en diferentes formas, para que se adapte al tamaño de tu bandeja de horno. Si pruebas a cocer la masa sola durante unos minutos antes de añadir los ingredientes, obtendrás una base más crujiente. Esta técnica, de cocer la masa sola es ideal para preparar pizzas dulces, como una pizza de chocolate. Si tienes tiempo, deja fermentar la masa durante más tiempo para obtener una textura más aireada y un sabor más profundo. Incluso puedes refrigerarla durante la noche para una fermentación lenta.