Agencias.- Las garrapatas son parásitos que se alimentan de sangre y durante el último tiempo han mostrado una preocupante tendencia en alza, volviéndose cada vez más comunes en diversas regiones. La picadura de ellas, no sólo afecta a las mascotas sino que puede transmitir la bacteria Borrealia burgdorferi, causante de la enfermedad de Lyme en las personas.
Las garrapatas son arácnidos, cercanamente emparentados con los ácaros y, más remotamente, con las arañas. Estos insectos pueden incorporarse al cuerpo durante una caminata por el pasto alto o al pasar la mano por el pelaje de las mascotas, advierte Kait Chapman, educadora de extensión y entomóloga urbana en la Universidad de Nebraska-Lincoln. Este aumento en la población de garrapatas representa un serio riesgo para la salud pública, ya que estas pueden transmitir enfermedades graves.
Un estudio publicado en septiembre de 2023 identificó una proteína clave en ciertas garrapatas, como la del venado y la de patas negras occidental, que les permite infectarse con la bacteria Anaplasma phagocytophilum, responsable de la anaplasmosis. Esta enfermedad, diferente de la enfermedad de Lyme, puede causar fuertes dolores de cabeza, fiebre, escalofríos, vómitos y fatiga.
Cada garrapata pasa por tres etapas de vida después de eclosionar: larva, ninfa y adulto. Tanto los machos como las hembras se alimentan de sangre, aunque solo las hembras engordan lo suficiente como para poner huevos y continuar el ciclo de vida. Según Chapman, cuando se observa una garrapata hembra engordada, ello indica que pronto pondrá huevos.
El ciclo de vida de una garrapata afecta su tamaño y apariencia. Según el Thomas Mather, profesor de entomología en salud pública en la Universidad de Rhode Island y director del Centro de Enfermedades Transmitidas por Vectores y el Centro de Recursos TickEncounter de dicha universidad, una ninfa de garrapata de patas negras puede mezclarse con las semillas de amapola, mientras que una hembra adulta engordada puede alcanzar el tamaño de una legumbre pequeña.
En cuanto a las enfermedades transmitidas, la garrapata de patas negras es conocida por transmitir la enfermedad de Lyme a través de una bacteria llamada Borrelia burgdorferi. Estas bacterias son adquiridas generalmente al alimentarse de ratones infectados. Las garrapatas estrella solitaria, si bien no transmiten Lyme, pueden provocar reacciones alérgicas a la carne roja debido a un azúcar conocido como alfa-gal.
Cómo prevenir el ataque de garrapatas y eliminarlas definitivamente
Para prevenir las picaduras de garrapata, Chapman sugiere cubrirse bien la piel, meterse los pantalones dentro de los calcetines y usar ropa tratada con permetrina, un insecticida que inhabilita rápidamente a las garrapatas. Además, se recomienda usar repelentes aprobados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA), como los que contienen DEET, picaridina y aceite de eucalipto limón.
La correcta extracción de una garrapata es crucial para evitar infecciones: “Use unas pinzas para agarrar la garrapata por la cabeza lo más cerca posible de la piel y tire recto”, explica Chapman. No se debe retorcer ni aplastar la garrapata, ya que esto puede aumentar el riesgo de transmisión de enfermedades. En lugar de aplastar la garrapata, es preferible ahogarla en alcohol o desinfectante para manos y guardarla o tomarle una foto para su identificación posterior.
Finalmente, Thomas Mather destaca la importancia de la prevención ante el evidente incremento de garrapatas debido, en parte, a la proliferación de ciervos de cola blanca en áreas densamente pobladas. “Vivimos en un mundo con ‘más garrapatas en más lugares’, y más personas están expuestas”, afirma.
Chapman también enfatiza que, aunque las garrapatas son una amenaza, las precauciones adecuadas permiten disfrutar de la naturaleza sin riesgo. “No queremos que las garrapatas te mantengan dentro de casa; deben realizarse chequeos minuciosos para evitar problemas”, concluye.