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Las vacaciones están a la vuelta de la esquina así que seguramente tengas previsto coger un avión en las próximas semanas. Aunque dure poco tiempo, un vuelo trae consigo consecuencias negativas en nuestra piel. Es importante saber cuáles son para ponerles remedio con sencillos cuidados antes, durante y después del embarque.
Cuando aterrizas en el destino puedes notar una piel apagada e inflamada. Puedes pensar que se debe al hecho de no haber descansado bien durante el vuelo pero el encontrarse a 10.000 metros de altitud altera nuestra piel. Cuando montamos en avión se produce un cambio de presión que afecta de manera inmediata. Además, hay que sumar otros elementos como la falta de humedad que se produce en la cabina y que es la responsable directa de que notemos la piel más tirante, apagada y seca.
Para prepararnos antes de nuestro próximo viaje, desde THE OBJECTIVE te contamos de la mano de varias expertas las cinco consecuencias más habituales que tiene en nuestra piel montarnos en un avión. Además, descubriremos como rebajar estos efectos negativos durante el vuelo así como antes y después de pisar el aeropuerto. ¿Preparada para embarcarte en este viaje?
1) Piel más deshidratada
Es bastante común apreciar nuestra piel más tirante durante un vuelo, especialmente si es un viaje de larga distancia. «Los vuelos, cuanto más largos, mayor altitud suelen tener y el cambio de presión asociado a esta variable incide directamente en la humedad de nuestra piel que se tiende a ver resentida», explica Raquel González, cosmetóloga y creadora de Byoode.

Además, los aviones suelen llevar durante los trayectos el aire acondicionado a bastante potencia, lo que reduce la humedad ambiental en la cabina y provoca que el equilibrio de hidratación que tiene nuestra piel se desestabilice. Un buen truco para poder combatirlo es llevar a mano un serum o una esencia de ácido hialurónico. Es mejor elegir cosméticos que se absorban muy rápido y que aportarán a la piel toda la humedad que necesitan.
2) Piel con más brillos
Debido a las alteraciones que hemos visto en el anterior punto, otra de las consecuencias de coger un vuelo es la aparición de brillos en el rostro. «Cuando la piel se deshidrata, intenta compensar la reducción de la humedad autogenerándola. Sin embargo, a la piel se le da mejor producir grasa que humedad y en este proceso es posible que genere exceso de sebo», explica Estefanía Nieto, directora dermocosmética de la firma Medik8.

Es fácil combatir estos brillos, pero la solución no se puede llevar a cabo durante el vuelo sino que tenemos que anticiparnos. En la rutina de la mañana, deberíamos de haber utilizado un exfoliante rico en ácido salicílico. Además, antes de volar, habría sido recomendable hidratar la piel con algún producto que tuviera en su composición ingredientes humectantes como la glicerina o el ácido hialurónico. «Es mejor evitar aquellas fórmulas más nutritivas con manteca de karité, por ejemplo», añade la experta.
3) Piel irritada y con rojeces
Si no hemos dado a la piel la hidratación que necesita, es normal notar una tirantez durante el vuelo. Sin embargo, el problema puede ir más allá y resultar más incomodo porque pueden hacer aparición rojeces debido a la deshidratación facial. «Es una reacción como respuesta de la piel cuando los niveles de humedad están bajo mínimos. Podría hasta producir picores», adelanta Patricia Garín, directora dermocosmética de Boutijour.

Para adelantarse a estas consecuencias, se puede preparar la piel la noche anterior con una mascarilla. Son ideales aquellas que lleven ingredientes calmantes, como la centella asiática o la niacinamida, y las mascarillas de tipo velo pueden ser una fácil solución. Además, nunca está de más llevar a mano durante el vuelo un sérum con ácido hialurónico para mantener la humedad de la piel.
4) Piel inflamada
Llegamos a una de las consecuencias más sorprendentes que es cuando notamos el rostro hinchado e inflamado después de tomar un vuelo. Se debe a la irritación y la falta de hidratación de las que ya hemos hablado, pero también interfieren otros factores como la retención de líquidos que se deriva del cambio de presión.

Para evitar esa inflamación, Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD, expone que «es bueno hacernos masajes durante el vuelo por el rostro haciendo pequeños ejercicios de drenaje para fomentar que la inflamación disminuya». Estos masajes no solo son buenos para la cara, los podemos llevar a cabo durante todo el cuerpo. También ayudará el usar cosméticos que reduzcan los procesos inflamatorios como pueden ser cremas o sérums con péptidos o factores de crecimiento.
5) Aceleración del envejecimiento
Un vuelo no solo te puede llevar a otra ciudad o país sino adelantar el envejecimiento. «La radiación UV es más intensa a determinada altura porque está menos filtrada por elementos como las nubes. Una incidencia solar de este tipo puede afectar a nuestra piel», plantea Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD.

Siempre decimos que la protección solar es fundamental en nuestros cuidados diarios pero, si subimos a un avión, aún es más importante. Ten especial cuidado si además te toca viajar en un asiento de ventanilla. «Debemos volar con SPF aplicado, sobre todo en aquellos trayectos que transcurren de día», confirma Raquel González, cosmetóloga y creadora de Byoode.
Consejos para antes de coger el avión
Prepararse con una semana de antelación antes de tomar un vuelo no es ninguna tontería. La primera medida que debes tener en cuenta es exfoliar la piel para realizar una limpieza en profundidad. Así se consigue eliminar las células muertas y las impurezas y se prepara la piel para que esté más receptiva a todos los cuidados que le vamos a ofrecer antes del viaje.
«Optaría por los peelings médicos suaves, aptos para todos los tipos de piel, incluidas las sensibles», recomienda la Dra. Pérez Sevilla. Si no, en casa podemos utilizar productos que tengan un principio activo que venga bien a nuestra piel como pueden ser el ácido salicílico o el glicólico.

Una vez realizada la exfoliación, es el momento de hidratar y nutrir la piel. Puedes añadir unas gotas de aceite vegetal nutritivo a tu crema de noche durante los días previos. Esta cambio cubrirá las necesidades de grasa y humedad de la piel. Para saber qué cosmético utilizar, puedes buscar uno que cuente con ceramidas o niacinamida. Resultan muy buenos para restaurar y fortalecer la barrera cutánea. El ácido hialurónico puede ser otra buena alternativa. Ayuda a prevenir la deshidratación, evitando la pérdida de agua y manteniendo los niveles de hidratación óptimos.
Cuidados durante el vuelo
Antes de embarcar, debes de tener en cuenta que los productos que subas a cabina no pueden exceder los 100ml. Durante el vuelo, hay que hidratar y nutrir la piel con regularidad. Puedes recurrir a una bruma hidratante ya que el sistema en spray es muy cómodo para aplicarse durante el vuelo. Además, recuerda beber dos vasos de agua cada hora ya que es fundamental hidratarse también desde el interior.

No olvides utilizar productos para el contorno de ojos y los labios. La piel de estas áreas es más delicada que la del resto de la cara por lo que serán las primeras en sufrir las consecuencias negativas. Puedes elegir formatos en stick que, como sucedía con las brumas, no tendrás que extender con las manos. Para la mirada, los parches de hidrogel vienen muy bien para dejarlos actuar durante el viaje. En cuanto a los labios, basta con que apliques un bálsamo labial cada cierto tiempo y evitarás que se sequen.
Después del aterrizaje
En los viajes más largos tenemos que pensar que entran en juego factores como el jet lag y la falta de descanso. La piel se renueva cuando dormimos y, si no lo hacemos bien, este proceso no se completa y notaremos una falta de luminosidad. Para compensarlo, cuando llegues al destino utiliza productos calmantes e hidratantes.
Los cuidados no solo deben de centrarse en la piel, el cabello también sufre cuando cogemos un avión. Los expertos recomiendan usar brumas hidratantes para revitalizar el pelo en cuestión de segundos. Suelen tener un formato pequeño así que podrás usarlo durante el vuelo si notas que tu melena empieza a resecarse.

El último consejo es advertirte que tu rutina de belleza debe de adaptarse al lugar de destino. La temperatura y humedad influyen en cuestiones como las texturas de los cosméticos. Deberán de ser más ligeras si visitamos un clima caluroso. Por el contrario, cuando viajemos a zonas frías, tendremos que optar por cremas más ricas. Además, nunca olvides llevar protector solar en tu maleta sea cual sea tu destino.