Los hechos ocurrieron poco antes de las diez de la noche de este miércoles. El sujeto, llamado Mohamed y nacido en Leganés, llegaba con su novia y el bebé en Metro a la casa de ella. Se bajaron en la parada de Aviación Española, en el distrito de Latina. Al acercarse a la salida, la chica le pidió a su pareja que subiera con el bebé por las escaleras, ya que ella tenía que hacerlo por el ascensor, pues llevaba el carrito.
Al volverse a encontrar en la superficie, la madre, española de 22 años, se dio cuenta de que el niño tenía golpes en la cabeza. «Cuando me ha dado al bebé, he visto una fuerte contusión que antes no tenía. Le he preguntado a Mohamed y me ha contestado que se le había caído al suelo», relató luego a la Policía Municipal, cuyos agentes de la Comisaría Integral del Distrito de Latina llegaron rápidamente tras el aviso del Samur. También se dio parte a la vigilancia privada de Metro de Madrid.
La madre primeriza dijo a los agentes que el tipo se había marchado y que quizá se encontraba en casa de los padres de él. Pero cuando fueron a buscarlo, no estaba allí. Así que lo telefonearon a su móvil. Mohamed les contestó: «Lo que ocurre es que padezco de ansiedad, tengo trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), pero carezco de pautas médicas. Además, he bebido un poco y se me ha ido un poco la cabeza golpeando al niño». Le requirieron que acudiera inmediatamente a la comisaría y dijo que así lo haría.
Mientras, un inspector de seguridad en esa zona de la red de Metro aportó las imágenes de las cámaras de seguridad, en las que se aprecia perfectamente cómo el sospechoso golpea varias veces de manera contundente al bebé, precisan a ABC fuentes de la investigacióm. La madre mostró a los policías una foto de Mohamed, para su reconocimiento. Los sanitarios del Samur tuvieron que requerir una UVI móvil, en la que trasladaron al pequeño al Hospital Clínico San Carlos, donde certificaron las lesiones graves en la cabeza y lo dejaron ingresado para ver su evolución.
El encartado volvió a llamar a comisaría para decir que ya iba de camino. Se personó con su padre a las 00.50 horas, quedando detenido. Pidió que se le diera su «medicación prescrita», por lo que lo llevaron en calidad de detenido al Gómez Ulla y declaró: «A veces tengo ataques de ira». Residía con su novia y se encargaba de los cuidados del bebé.